En el actual panorama económico, caracterizado por su rápida evolución y crecientes desafíos, la salud financiera es un pilar fundamental para el éxito sostenible de cualquier negocio. Uno de los aspectos más importantes es el pago puntual de los préstamos adquiridos para impulsar el negocio y las finanzas personales.
Reconociendo la importancia de este tema, Roberto Percca, gerente de Desarrollo del Emprendedor y especialista del Consultorio Financiero de Mibanco, ofrece 5 consejos con el objetivo de ayudarte en el camino a conseguir una estabilidad financiera empresarial y personal:
- Elabora un presupuesto detallado: un presupuesto bien estructurado ayuda a identificar los ingresos y gastos personales y del negocio, permitiendo así asignar una porción específica para el pago de préstamos. Es importante revisar y ajustar el presupuesto periódicamente para adaptarlo a los cambios en la situación financiera.
- Automatiza tus pagos mensuales: para evitar olvidos y retrasos, es recomendable programar los pagos de los préstamos. La mayoría de las instituciones financieras ofrecen opciones de débito automático, lo que garantiza que los pagos se realicen a tiempo sin necesidad de intervención manual.
- Planifica un fondo de emergencia: el cual es esencial para enfrentar imprevistos que puedan afectar la capacidad de pago. Este fondo debe ser suficiente para cubrir al menos tres meses de pagos de préstamos y otros gastos operativos.
- Comunícate con la institución financiera: en caso de enfrentar dificultades financieras, es crucial comunicarse de inmediato con la institución financiera. Muchas veces, se pueden negociar plazos de pago más flexibles o reestructuración de la deuda para evitar el incumplimiento.
- Invierte en educación financiera: es una de las mejores decisiones que podrás tomar para tu crecimiento personal y del negocio. Comprender conceptos como la gestión de deudas, el flujo de caja y la planificación a largo plazo puede marcar una gran diferencia en la capacidad de mantener los pagos al día.
Mantener al día los pagos de préstamos u otros gastos es una responsabilidad que va más allá del simple cumplimiento de una obligación contractual. Es una inversión en el futuro de la empresa y una demostración de solidez financiera ante la posibilidad de acceder a más productos bancarios.