El desplazamiento forzoso ha alcanzado niveles récord y se sitúa ya en 123 millones de personas, de las cuales unas 90 millones viven en países gravemente amenazados por el cambio climático, según un nuevo informe que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha publicado este martes.
La mitad de estas personas forzadas a abandonar sus hogares o lugares de origen -en la mayoría de los casos huyendo de la guerra, la violencia o la persecución- se encuentran en países afectados tanto por conflictos como por graves riesgos climáticos, como Etiopía, Haití, Birmania (Myanmar), Somalia y Sudán.
"La crisis climática está provocando desplazamientos en regiones que ya acogen a un gran número de personas desarraigadas, agravando su difícil situación y dejándolas sin ningún lugar seguro al que ir", afirmó el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, con ocasión de la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) o "Acuerdo de París", que se celebra desde ayer en Azerbaiyán
El conflicto armado interno en Sudán ha sido uno de los principales factores que han aumentado el número de los desplazados forzosos expuestos al cambio climático, con más de 700.000 refugiados que han cruzado desde que estallara la guerra en abril de 2023 a la vecina Chad, uno de los países del mundo más expuestos al cambio climático.
Otro ejemplo es Bangladés, país donde los peligros naturales como ciclones e inundaciones están clasificados como "extremos" y hasta donde han llegado el 72 % de los refugiados procedentes de Birmania (Myanmar), en su mayoría rohinyás que huyen de la persecución étnica en su país y que han encontrado refugio en este país.
Según el organismo, se estima que para el año 2040 el número de países que se enfrentan a peligros extremos relacionados con el cambio climático aumenten de tres a 65, la gran mayoría de los cuales acogen a personas desplazadas.
El informe también revela que el impacto del clima extremo aumentará significativamente en los asentamientos y campamentos de refugiados de todo el mundo, duplicando el número de días de calor considerado como "peligroso" que sufrirán para el año 2050.
Estos efectos del cambio climático, alerta ACNUR, también están exacerbando las causas de los desplazamientos, con al menos 220 millones de desplazados internos que han huido de sus lugares de origen a causa de los desastres meteorológicos en la última década.
Con estos datos en la mano, ACNUR ha lanzado un llamamiento para una mayor financiación climática a los países más necesitados.
También insta a los Estados a proteger a los desplazados forzosos que se enfrentan a la amenaza adicional de los desastres climáticos y a darles a ellos y a las comunidades que los acogen voz en las decisiones financieras y políticas que les afecten de forma directa.