La Defensoría del Pueblo solicitó a la Municipalidad de Barranco información sobre los sustentos técnicos y legales que se habrían considerado para la colocación de rejas metálicas entre las playas Agua Dulce y Sombrillas.
Mediante un comunicado en la cuenta X, la Defensoría del Pueblo agrega que también ha solicitado a dicha comuna información respecto a las medidas adoptadas para no afectar el libre tránsito entre quienes deseen trasladarse desde una playa hacia otra.
Asimismo, las medidas dispuestas para facilitar cualquier evacuación en casos de emergencia.
El ente defensorial recuerda que Ley 26856 declara que las playas son bienes de uso público y que el ingreso a ellas es libre, salvo en casos expresos.
Asimismo, que la Ley del Procedimiento Administrativo General señala que medidas públicas deben obedecer a criterios de racionalidad y proporcionalidad.
El pasado fin de semana, la Municipalidad de Barranco instaló rejas en el límite que separa su playa Las Sombrillas con la de Agua Dulce, ubicada en Chorrillos.
Según explicó Hugo Valderrama, subgerente de Fiscalización de Barranco, esta acción busca impedir el ingreso de comerciantes ambulantes no autorizados desde Chorrillos hacia Barranco.
Las rejas se extienden aproximadamente 70 metros desde la vereda pegada a la vía Costa Verde hasta la orilla del mar. Sin embargo, la barrera generó incomodidad entre los bañistas, quienes ahora deben regresar al malecón o adentrarse en el mar para cruzar de una playa a otra.
Esta iniciativa forma parte del Plan Verano Seguro 2025 de Barranco, que previamente declaró intangibles las playas Las Sombrillas y Los Yuyos.
La declaratoria prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas, alimentos preparados y el alquiler de sombrillas dentro de la playa, con el objetivo de garantizar espacios públicos seguros y ordenados para vecinos y turistas.
Mientras Barranco implementa estas restricciones, en la vecina playa de Agua Dulce el alquiler de sombrillas y sillas sigue siendo una práctica común.
No obstante, los altos precios —que pueden alcanzar hasta 50 soles por una sombrilla y 10 soles por una silla— han generado descontento entre los usuarios, quienes consideran excesivas las tarifas.
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