“Que el vía crucis del pueblo peruano termine con la esperanza que todos sean vacunados [contra el covid-19], ya que este también es un camino de resurrección”, pidió hoy el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y arzobispo de Trujillo, Miguel Cabrejos, durante la celebración de la Pasión de Jesucristo y Adoración de la Santa Cruz.
“Durante este tiempo de pandemia hemos recogido hermosos testimonios de su inquebrantable fe. Testimonio que nos escenifican: han cuidado a sus enfermos y no han descansado hasta verlos sanos. Otros no lo lograron, pero lucharon hasta el final”, expresó.
A modo de resumen de todo lo que una persona, que vivió la dura experiencia de tener a un ser querido enfermo y ha padecido, sostuvo que “han corrido buscando oxígeno o siguen corriendo, buscando una cama en los hospitales para sus enfermos, para sus amigos, para sus conocidos”.
El arzobispo de Trujillo dijo que la gente pobre ha continuado con sus labores a pesar del peligro de contagiarse solo “con la esperanza de llevar el pan a la casa. Y a pesar de su limitada economía ha tenido la grandeza de compartir con el más necesitado”.
Cruz redentora
Hizo un símil entre todo lo padecido por los peruanos con la cruz que cargó Jesucristo. “Han abrazado la cruz redentora. Y siguen luchando con coraje para enfrentar los sufrimientos causados por la pandemia y por otras situaciones de la vida”.
“Así vivimos la Semana Santa, viviendo esta dura Cuaresma, pero llevando la cruz con la frente en alto, con el corazón lleno de esperanzas, porque sabemos en quién ponemos nuestra fe: en Cristo”, reflexionó.
Para el cristiano, indicó, no hay gloria sin cruz. “No hay resurrección sin muerte. Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo, pero si muere da muchos frutos”, enfatizó.
Este mal pasará
Durante la liturgia, transmitida por TV Perú y plataformas digitales del Arzobispado de Trujillo, manifestó que estamos en un momento de prueba y pidió que mantengamos los ojos fijos en Jesús. “El mundo tendrá tribulaciones, pero [también] ánimo; yo he vencido al mundo, nos dice Cristo. Esta pandemia pasará, este mal pasará”, aseguró.
“Y allí está la esperanza que nos da Jesús. Pidámosle al Señor ser portadores de su luz, que no seamos portadores de oscuridad, de tristeza ni de muerte, sino también de luz, de esperanza y de alegría, con el fin que a través de la Iglesia el esplendor del rostro de Cristo resucitado entre al mundo e ilumine esta noche oscura de la pandemia”, finalizó.