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¿Acoso y hostigamiento sexual? Qué hacer y no hacer ante estos casos

Expertos sostienen que las víctimas requieren soporte psicológico para superar estas agresiones

Si las víctimas son menores de edad, los acosadores buscarán primero ganarse su confianza. Cuando son más grandes se apoyarán en la confianza que en algún momento se les dio. Foto: ANDINA/Difusión.

Si las víctimas son menores de edad, los acosadores buscarán primero ganarse su confianza. Cuando son más grandes se apoyarán en la confianza que en algún momento se les dio. Foto: ANDINA/Difusión.

04:00 | Lima, oct. 6.

Karina Garay Rojas

El acoso sexual es un delito que muchas veces se pasa por alto, olvidando las enormes consecuencias que tiene en la vida de las víctimas, quienes callan por temor, desconocimiento, no saber a quién acudir, ni qué camino tomar; una cadena de silencios que debe romperse desde casa.
  
La pandemia no ha terminado con el acoso, por el contrario, lo ha exacerbado, sobre todo a través de soportes tecnológicos, sostuvo Elva Ccanahuaray, psicóloga del Programa Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, durante el programa Saludable Mente de Andina Canal On Line. 

Explicó que al estar permanente conectados de forma digital y pasar más tiempo en las redes sociales, como Facebbok, Twitter e Instagram, los acosadores han cambiado de estrategias para acercarse a sus víctimas. 

Si se trata de menores de edad, buscarán primero ganarse su confianza. Algunos incluso se harán pasar por niños o adolescentes a fin de no despertar sospechas. 

Cuando las víctimas son jóvenes o mayores, los acosadores se apoyarán en la confianza que en algún momento se le dio, buscando aumentar los límites. 

“Muchos varones, dentro de la estructura e imaginario machista, creen que ofrecer una sonrisa o permitir un halago significa darles permiso para ‘un cortejo’, lo cual no es cierto y solo existe en su cabeza. Es por esto que algunos salen con la frase: pero ella me lo permitió”. 

Lo terrible, dijo Ccanahuaray es que en todos los casos ante el mínimo atisbo de poner un límite comenzarán las amenazas o represalias. 

“Si el acosador y la víctima se conocían, empezarán a hablar mal de ellas. Esta situación se pondrá peor si fueron pareja. Por ejemplo, si tienen algún video personal o íntimo buscarán someterla o chantajearla, castigarla por no aceptar su juego”.   




Miedo y vergüenza

Las personas que son víctimas de hostigamiento o acoso sexual pasan por diversas fases. Primero pueden pensar que se trata de una confusión, que tal vez no es lo que parece.

“Los menores empiezan a interpretar las cosas, se llenan de pensamientos y si no hay confianza en casa no se lo dirán a nadie hasta que la mamá o el papá encuentren las conversaciones”, comentó la experta. 

Una de las cosas que no debe hacerse nunca, en este tipo de situaciones, es culpar a la víctima o reclamarle por qué no lo dijo antes.   

Muchos padres reaccionan de forma violenta, irascible o culpabilizan al niño, niña. Eso es contraproducente. Hay que tener calma y entender que tienen miedo y temor, porque si bien, posiblemente, se dieron cuenta de que lo que pasaba, que era inadecuado;  no se atrevían a comunicarlo”.

Ante esas situaciones, la psicóloga pidió a los padres reflexionar sobre el tipo de crianza que se tiene en casa para que los menores no hayan acudido y confiado en ellos. 

No les creen, pero hay señales  

Lamentablemente, dijo, existe otro tipo de padres que no les creen a sus hijos o los culpan con frases “¿Qué habrás hecho para que eso ocurra?”  

“Si un padre o madre escucha que su hijo o hija está siendo acosado tiene que estar alerta para saber qué está pasando, escuchar sin juzgar. Muchos menores no se atreven a contarlo hasta que son adultos, porque los padres, en su momento, no observaron lo que pasaba o no les creyeron y lo dejaron pasar”. 



Sin embargo, dijo, los menores dan señales de que algo raro les está ocurriendo: tienen cambios de humor, de conducta, empiezan a tener miedo de que algunos familiares o personas conocidas se les acerquen. Los padres deben ser muy observadores con estos cambios.

“La mayoría de los acosadores y abusadores sexuales son integrantes de la familia, son familiares, conocidos, vecinos, están en la iglesias o instituciones educativas. Lamentablemente hay padres que no lo creen, pero eso tiene que cambiar porque los niños acosados sexualmente pueden padecen una serie de trastornos de personalidad o inestabilidades en la adultez”, advirtió la experta. 


Pidió a los padres que ni bien se enteren del acoso llamen a la Línea 100, donde existe un grupo multidisciplinario, que le dará orientación sobre cómo actuar ante estos casos y luego acudir a la comisaría de su distrito para poner la denuncia respectiva. 

“Solo así se activará el circuito y protocolo de atención para estos casos. Hay un área en la policía nacional que podrá hacer el rastreo de llamadas y videos, desarrollará una estrategia interinstitucional para detectar al acosador. En un primer momento, el soporte emocional lo puede recibir del programa Aurora, mediante el Centro de Emergencia Mujer de su distrito”, detalló.  



El profesor o el jefe 

Elva Ccanahuaray señaló que las adolescentes, universitarias o jóvenes pueden sufrir acoso sexual también en espacios educativo y laborales, en cuyos casos existen protocolos de actuación que servirán para sancionar o castigar al acosador. 

Si el hecho se da por parte del jefe o compañero de trabajo se le podrá iniciar un proceso administrativo. Esto no impide que la víctima reporte el hecho a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. 



“Cuando el hostigamiento se da en espacios universitarios hay un procedimiento a seguir para recopilar las evidencias (videos, wapp o testigos) que fundamenten la afectación que ha generado ese acoso. La joven tiene derecho además a hacer su denuncia ante la policía nacional. El Ministerio de la Mujer estará para asesorarla de forma interdisciplinaria, mediante sicólogos, trabajadores sociales y abogados que seguirán su caso de forma gratuita”. 

La especialista recordó a la población que de acuerdo con el DL 1410 no es necesario que exista reiteración en el acoso para que recién se tipifique como delito. 


“Una persona puede caminar libremente sin ningún tipo de violencia y hostigamiento porque así lo establece la ley en nuestra constitución política, pero si vemos que una persona empieza a insistir, te busca en Facebook, tus redes sociales, ya lo bloqueaste y te busca desde otro teléfono, eso constituye acoso y debe ser frenado”.   

Tratar y prevenir 

Sentar la denuncia es un aspecto esencial en todos los casos. Si se trata de un niño que no tiene un tutor definido esta puede hacerla hasta su vecino o el propio menor. Ahora las leyes lo permiten y la policía tiene el deber de recibirla. 

La psicóloga fue enfática al indicar que, en todos los casos, y sobre todo si se trata de niños, las víctimas deben recibir tratamiento terapéutico para salir airosos del proceso. 


“Muchos van a tener estrés postraumático y pueden tener trastornos depresivos. Algunos van a tener situaciones de recordación al ver la computadora o el teléfono por donde se les acosaba y volverán a sentir miedo. Hay que trabajar con ellos para que ganen nuevamente seguridad”.

Para evitar estos casos o detectarlos tempranamente, recomendó hablar del tema con los hijos desde que son pequeños.

“Si un niño ha sido formado en un espacio tranquilo, donde no hay maltratos, gritos y empieza a sentir esas cosas extrañas, las comentará, se dará cuenta. Por eso es importante la educación sexual en los colegios y en el hogar. Hay que romper con el mito de que no se debe hablar de sexualidad, que es inadecuado. Hay que hablar del cuidado del cuerpo, de los genitales, de sus partes íntimas, esto debe ser algo natural para que los menores sepan diferenciar una caricia de un tocamiento. Esos aspectos se aprenden en casa y se refuerzan en la escuela”, dijo.

La experta recordó que todos las regiones y provincias del país cuentan con Centros de Emergencia Mujer (CEM), así como servicios de atención urgente para personas víctimas de violencia y su grupo familiar, además de la plataforma denominada Alerta contra el Acoso, que permite registrar casos de este tipo para diseñar mejores políticas de protección de la población. 

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(FIN) KGR 

Publicado: 6/10/2020