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Declaran Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de San Antonio de Cachi, en Apurímac

Los diseños coloridos que usan reflejan la cosmovisión, ritualidad y vida cotidiana de la región, resalta Mincul

Declaran Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de San Antonio de Cachi, en Apurímac. Foto: Internert/Medios  t

Declaran Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de San Antonio de Cachi, en Apurímac. Foto: Internert/Medios t

14:55 | Lima, feb. 9.

El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de San Antonio de Cachi, celebración festivo ritual que se practica en el ámbito del distrito de San Antonio de Cachi, provincia de Andahuaylas, departamento de Apurímac, y que constituye un símbolo de identidad para la población de la zona.

Los festejos de dicho carnaval se desarrollan en el distrito homónimo durante los meses de febrero y marzo según el calendario litúrgico, y tienen una duración de una semana. En la festividad participan la comunidad de San Antonio de Cachi,  compuesta por los barrios Huantana, Santa Rosa de Campanayooc, Mina Cachihuancaray y San Juan Bautista. También visitan las comunidades aledañas y los distritos cercanos como Huancaray.

El carnaval es gestionado por varios actores incluyendo al agente, el teniente gobernador, el Varayocc, la comunidad y sus habitantes. El Varayocc, mediante el Watukanakuy, recibe a sus visitantes -que pueden ser compadres, familias, autoridades y público en general- ofreciendo sillwis como gesto de hospitalidad y afecto, precisa la Resolución Viceministerial N° 000042-2025-VMPCIC/MC, publicada en el Boletín de Normas Legales del Diario El Peruano.

Las comparsas que visitan a las autoridades, familias y amistades reciben el nombre de Watukanakuy. Este acto se retribuye con la entrega de obsequios como frutas, sal de piedra, verduras, carne y cuero de oveja o llama, los cuales simbolizan estima hacia los visitantes en un gesto conocido como Kuyaq.

Los días de desarrollo del carnaval son lunes, martes, miércoles y jueves. El lunes o qechwa yaykuy la concentración se realiza en el barrio de Huantana. El martes o llaqta yaykuy la concentración general de todos los barrios ocurre en la capital del distrito de San Antonio de Cachi. El miércoles de ceniza se lleva a cabo en el barrio Mina Cachihuancaray donde se reúnen todos los barrios.

El miércoles, después de visitar a los compadres e ir casa por casa, la comunidad se reúne en diversos puntos de encuentro. En este día, tanto los residentes de la parte alta como los de la parte baja, se congregan transitando por senderos y caminos de herradura para llegar con gran alegría y entusiasmo. 

Al alcanzar la explanada, los participantes se lanzan y ruedan por el suelo mientras los hombres se desafían entre sí para demostrar su valentía en la práctica conocida como siqullu. Del mismo modo, se lanzan mutuamente a las piernas, huaracas o zurriagos, también denominados toro lamy. Este desafío suele surgir entre familias, amigos o diferentes barrios.

De acuerdo con la definición de siqullunakuy, el término se refiere a “darse latigazos”. El siqullu puede ser un látigo especializado o, alternativamente, las extremidades de una huaraca u onda, cuya punta puede ser lisa o equipada con púas de cabuya o alambre. 

Durante el enfrentamiento cada participante utiliza su propio instrumento y el objetivo es aplicar el latigazo en la pierna desnuda del oponente ya sea una o varias veces. La práctica del siqullu se realiza en todos los días de festejos del carnaval de manera espontánea y culmina con una yunza al centro de la plaza.

Finalmente, el jueves se celebra el uma qampi (cura cabeza), un evento en el que se efectúan las despedidas y se concluye la festividad con una comida. Durante esta ceremonia se lleva el chani y se da fin al carnaval marcando su cierre hasta el próximo año.

Indumentaria 

La indumentaria tradicional de las mujeres incluye diversos elementos: sombrero, lliklla o manta, manta adicional, rebosa, chaqueta, falda, ojota y chompa. Las ojotas de cuero de vaca formaban parte del atuendo femenino, un elemento que solían usar las madres y abuelas. El sombrero a menudo se adorna con flores, plumas de pavorreal, aunque en tiempos anteriores se usaban flores de choclo como adorno.

La vestimenta de los varones se compone de ojotas de cuero de vaca, pantalón, sombrero adornado con una hilera de flores, saco decorado con pañuelos y watanas en las rodillas con hileras multicolores. Además, se utilizan pañuelos de seda y un zurriago o látigo, muqu watanas y qala huaraca. El atuendo se completa con un paiche.

Según las prácticas actuales, se emplea un pantalón nuevo y un saco del mismo color junto con una camisa nueva y ojotas. Los pañuelos de seda se entrecruzan y se atan y las watanas de colores variados se fijan al saco. El pañuelo se coloca cruzado en la espalda y las watanas con cascabeles se ajustan en las rodillas. La hilera se coloca igualmente en las rodillas y el sombrero nuevo se adorna con flores naturales del campo y plumas de pavorreal.


Tejidos coloridos 

Una característica distintiva del Carnaval de San Antonio de Cachi es la utilización de elementos tradicionales y tejidos coloridos, los cuales presentan diseños específicos que reflejan la cosmovisión, ritualidad y vida cotidiana de la región. Estos diseños incluyen figuras geométricas, animales tanto domésticos como silvestres, aves, elementos de la naturaleza y creaciones originales. 

Los tejidos se elaboran utilizando lana de ovino y llama, así como algodón que se tiñen con tintes
naturales. Los trajes confeccionados, tales como baytas, watanas, chumpis, mantas, hileras y ponchos, no solo cumplen funciones cotidianas, sino que también son utilizados en las festividades del carnaval, añadiendo un elemento decorativo a las vestimentas.

Gastronomía  

La gastronomía del carnaval es especialmente valorada destacando la olla, plato emblemático que se sirve especialmente los lunes, martes y miércoles. La preparación y presentación de este plato involucra una serie de prácticas ceremoniales. Según las costumbres, los preparativos y la recepción del plato son realizados por los envarados, el mayor teniente y los Varayocc quienes esperan la llegada de las autoridades y los compadres.

La olla se elabora con ingredientes típicos como mote de patachi (también conocido como mondongo u olla), papa, carne, mote pelado patachi, col conocida como sacha culis, cuero de chancho, hierbabuena, orégano y sal de Mina Cachihuancaray ajustada al gusto. En ocasiones, se añade un puñado de trigo si es necesario. 

Cabe resaltar que, durante el recorrido de los días de carnaval, se lleva como fi ambre el aycha kanka, uchu kuta, mote, queso y arqayanuy, plato tradicional que consiste en carne cocida, ají y papa fresca acompañada de cancha llamada qanka y en ocasiones el quwi canca, cocido al palo en un fogón.

Para la ejecución musical, se conforman grupos locales que incluyen cantantes, tanto mujeres como hombres, acompañados por instrumentos como: tinya -instrumento principal de la mujer- quena –instrumento principal del varón-, kakichu o quijada de caballo, silbato o pitu, esquila, violín, guitarra, cascabeles y pitus.

Juntos interpretan hermosas melodías carnavalescas en contrapunteo. A la par, se entonan canciones que evocan el amor, el agua, el pukllay, el atipanakuy, la siembra y flora, así como eventos actuales, generando un ambiente de regocijo. 

Los cantos expresan emociones que van desde la alegría hasta el desafío, la burla y jocosidad, promoviendo la interacción entre hombres y mujeres. Así, las letras establecen un profundo diálogo entre el pasado y presente de la comunidad, al reflejar su historia y vivencias cotidianas;

Durante la ejecución musical, la comunidad se involucra en una danza grupal espontánea en la que destaca el baile entre los varones. Esta danza se desarrolla en dúos, tríos o cuartetos y consiste en la unión de zurriagos y giros en posición de cuclillas. Los bailarines giran para exhibir sus trajes que incluyen pañuelos, hileras y watanas, mientras hacen sonar los cascabeles atados a la altura de sus rodillas. 

Los hombres entrelazan sus látigos de zurriago elaborados con “toro lany” para realizar saltos coordinados de izquierda a derecha, semi acostados y girando en círculos. Tanto hombres como mujeres participan en grupos sin un orden específico, siendo habitual que las mujeres se organicen detrás de los hombres. Estas danzas suelen desarrollarse el martes de carnaval o llaqta yaykuy en la plaza principal, donde cada grupo ingresa por las esquinas para bailar.

En el plan de salvaguardia, se identifican siete amenazas o riesgos que podrían afectar el desarrollo de la expresión cultural a largo plazo. En primera instancia, se indica que están realizándose cambios en las danzas y músicas que acompañan al carnaval. Para ello, se propone la realización de talleres de revalorización de saberes y empoderamiento de la identidad local.

Por otro lado, se encuentra que hay una pérdida gradual de la identidad y los conocimientos tradicionales. Al respecto, se proponen diversas medidas como la realización de conversatorios y encuentros de sabios, implementación de una escuela de danza, música o afines. 

En tercera instancia, se señala que se están dejando de elaborar instrumentos musicales tradicionales y trajes con elementos propios. Frente a ello, se plantea rescatar y recuperar los elementos autóctonos y tradicionales del carnaval mediante campañas de sensibilización y concursos de baile y canto, así como promover la investigación y la proyección social involucrando a estudiantes universitarios.

Se identifican cambios graduales en la organización de la expresión con relación a la difusión y convocatoria del desarrollo de los festejos. Al respecto, se plantean algunas medidas como mantener reuniones de trabajo con la municipalidad distrital y establecer acuerdos en asamblea general comunal para mejorar el compromiso de la comunidad y el distrito. 

En quinto lugar, se encuentra como amenaza el debilitamiento de la religión católica frente a lo cual se propone sensibilizar a la población acerca de la importancia de las tradiciones de la comunidad. Por otro lado, se identifica la utilización inadecuada de las nuevas tecnologías como amenaza y para mitigarla se plantea promover el uso de material digital para difundir la festividad. 

Por último, se describe que, poco a poco, se está perdiendo el uso del quechua, pues las nuevas generaciones están dejando de practicar el idioma. Al respecto, se propone realizar talleres de sensibilización y concursos educativos culturales.

El Carnaval de San Antonio de Cachi guarda una importante vinculación con saberes culinarios tradicionales como aquellos asociados a la elaboración del plato la olla. Asimismo, promueve la salvaguardia de técnicas ancestrales relacionadas con la confección de indumentaria y elaboración de instrumentos musicales tradicionales. En ese sentido, se erige como un espacio ritual de cohesión y constituye un símbolo de identidad para la población del distrito de San Antonio de Cachi.

Con las referencias citadas en el Informe N° 000910-2024-DPI-DGPC-VMPCIC/ MC de la Dirección de Patrimonio Inmaterial se detallan las características, importancia, valor, alcance y significado del Carnaval de San Antonio de Cachi, motivo por el cual dicho informe constituye parte integrante de esta resolución

La respectiva resolución viceministerial encarga a la Dirección de Patrimonio Inmaterial, en coordinación con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Apurímac y la comunidad de portadores, la elaboración cada cinco años de un informe detallado sobre el estado de la expresión, de modo que el registro institucional pueda ser actualizado en cuanto a los cambios producidos en la manifestación, los riesgos que pudiesen surgir en su vigencia y otros aspectos relevantes, a efectos de realizar el seguimiento institucional de su desenvolvimiento y salvaguardia, de ser el caso.

La resolución y el Informe N° 000910-2024-DPI-DGPC-VMPCIC/MC será informada a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Apurímac y notificarlas a la Municipalidad Provincial de Andahuaylas y a la comunidad de portadores de la expresión cultural del Carnaval San Antonio de Cachi.

Dato 

Con Oficio N° 738-2024-MPA-AMSH/A. la Municipalidad Provincial de Andahuaylas solicita se declare Patrimonio Cultural de la Nación a la expresión cultural al carnaval originario de San Antonio de Cachi.

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(FIN) TMC
JRA
 


Publicado: 9/2/2025