En la primera edición de la "Hackathon de Química Verde: Descubre el Poder de tus Ideas", promovida por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y respaldada por el Fondo Mundial para el Medioambiente, dos estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) se coronaron ganadores entre 76 proyectos presentados a nivel nacional.
Adrián Lizandro Vargas Almenara y Rosa María Rusi Herrera, integrantes del grupo de investigación Ecotintores y estudiantes del noveno ciclo de la Escuela Profesional de Química de la Facultad de Química e Ingeniería Química (FQIQ), desarrollaron un innovador proyecto basado en el aprovechamiento de la molibdenita, un mineral sulfurado de cobre.
Su iniciativa propone transformar este recurso en pigmentos de molibdeno, ofreciendo una alternativa sostenible y menos tóxica frente a los aditivos tradicionales como el cromo y el plomo en la industria de pinturas.
Con la asesoría del químico sanmarquino Aldo Guzmán Duxtan y el respaldo internacional del Centro de Química Verde e Ingeniería Verde de la Universidad de Yale, el proyecto demostró un avance en la aplicación de los principios sostenibles, así como contribuir significativamente a la reducción del impacto ambiental.
“La base de este proyecto es concientizar en la química verde, la reutilización de nuestra propia materia para poder reemplazar los aditivos que son contaminantes en la industria de las pinturas. Además, el producto genera una capa de pasivación que impide la oxidación de la superficie", comentó Vargas.
Esta competencia forma parte del Programa Global de Innovación e Inclusión de la Química Verde, implementado a nivel nacional con el nombre “Química Verde: Un Puente hacia la Economía Circular”, gestionado por el Ministerio del Ambiente (Minam) con el apoyo técnico del Comité de Ética en la Investigación (CER) y el Grupo GEA (Grupo de Estudio de la Atmósfera).
La hackathon, realizada en Lima entre enero y febrero, contó con la participación de estudiantes de Perú, Indonesia, Ucrania, Serbia, Uganda y Jordania. Perú fue elegido como sede por la alta cantidad de propuestas recibidas entre diciembre de 2024 y enero de 2025.
Este logro busca servir como antecedente para desarrollar soluciones sostenibles ante los actuales desafíos ambientales, "impulsando el avance de una economía circular y una industria química más responsable".