El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, formuló este martes un llamado a republicanos y demócratas a "dejar de lado" las diferencias para alcanzar la unidad que el país.
El discurso marca el primer año de gobierno de Trump, que lo halla con nuevas bajas en su popularidad pese a los prometedores datos de la economía y a que presume de históricas victorias.
"Comencemos esta noche reconociendo que el estado de nuestra unión es fuerte porque nuestro pueblo es fuerte", dijo Trump.
"Y juntos, estamos construyendo un Estados Unidos seguro, fuerte y orgulloso", indicó.
Anunció asimismo un ambicioso plan de inversiones por 1,5 billón de dólares para modernizar la decaída infraestructura del país, especialmente en el sector de transportes.
"Vamos a construir brillantes rutas nuevas, puentes, autopistas, vías férreas y vías acuáticas en todo el país", dijo el mandatario. "Y lo haremos con un corazón estadounidense, manos estadounidenses, y el empeño estadounidense", añadió.
Fustigó por otra parte las "fronteras abiertas" que imperaron en el país, a las que achacó haber promovido la proliferación de drogas, armas y pandillas, en un fenómeno que costó la "pérdida de muchas vidas inocentes".
"Por décadas, las fronteras abiertas permitieron que drogas y pandillas se derramaran sobre nuestras comunidades más vulnerables", aseveró.