El Santuario Nacional Megantoni, ubicado en el distrito de Echarate, provincia de La Convención, región Cusco, es la puerta que muestra el mundo andino y amazónico. Los bosques, cañones y pajonales de esta área natural protegida son testigos de historias de familias productoras, que con esfuerzo y dedicación se organizan para salir adelante.
La gradiente altitudinal del
Santuario Nacional Megantoni, que recorre desde 400 hasta casi 4,000 metros sobre el nivel del mar, expone variados escenarios habitados por comunidades que conviven y se desarrollan en sana armonía con la naturaleza.
“Todo lo que conseguimos es una oportunidad para trabajar por la familia”, afirma Miriam Álvarez Ayala, presidenta del comité de mujeres de la Asociación de Productores Ecológicos de Cacao Medio Urubamba (APECMU), dedicada hace más de diez años al cultivo de cacao orgánico certificado en parcelas agroforestales ubicadas en la zona de amortiguamiento del Santuario.
Este es un claro ejemplo de diversificación de la economía familiar gracias al cultivo de cacao en un área natural protegida. Con este fruto, Miriam y sus 18 compañeras del comité preparan pasta para hacer el chocolate en su propia planta de procesamiento y bajo la marca que lleva el nombre de la asociación.
Acuerdo de conservación y comercio justo
La asociación de productores mantiene un acuerdo de conservación con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) para proteger el Santuario Nacional Megantoni.
Gracias a este acuerdo, las 43 familias de la asociación implementan prácticas de cosecha y postcosecha, y participan en distintas acciones de fortalecimiento de capacidades y conocimiento, junto a otras familias asociadas.
Por ejemplo, con la entrega de microcapitales, promovidos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Sernanp a través del proyecto Amazonia Resiliente, la asociación mejoró sus prácticas para el adecuado manejo de suelos, plagas y vegetación nativa.
Este esfuerzo ha sido clave para que la empresa de chocolates La Ibérica y la administración del
Santuario Nacional Megantoni firmen un acuerdo de conservación, que ayudará a cuidar más de 6,000 hectáreas y a que las familias vendan su cacao a un precio justo.
“Queremos crear un pequeño negocio local para la venta de nuestros productos. Así, conservamos y ayudamos a nuestros hijos para un mejor futuro”, asegura Miriam, cuyo cacao también es exportado a Alemania.
Resiliencia de los ecosistemas
Actualmente, los acuerdos de conservación firmados con el área protegida ayudan a conservar 57,000 hectáreas, un cuarto de la extensión total del área. Estos acuerdos junto a las alianzas comerciales establecidas con el Estado peruano, las asociaciones productoras y las empresas contribuyen a la resiliencia de los ecosistemas y de las personas que los habitan.
Se trata de un mecanismo eficaz para responder de mejor a la crisis actual del impacto del cambio climático y generar oportunidades de desarrollo y bienestar a las familias cacaoteras del
Santuario Nacional Megantoni.
(FIN) NDP/LZD/MAO