Tras terminar el colegio, el sueño de María era seguir estudios superiores, pero sus padres no contaban con dinero para pagar la universidad o algún instituto. Esta difícil situación la llevó a trabajar, desde su adolescencia, como empleada del hogar, ayudante de cocina de restaurantes y todo tipo de trabajos que se le presentaran, para poder ayudar a su familia.
Su familia vivía en una humilde vivienda del centro poblado de San Juan, en el distrito de Yarinacocha, región Ucayali. Al cumplir los 26 años, María tuvo a su primer hijo, tres años a después al segundo y así fue postergando su sueño de ser educadora.
Dejando de lado el miedo, hace dos años, cuando tenía 31, decidió postular a la facultad de Educación Inicial Intercultural de la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA), de la ciudad de Pucallpa, en Ucayali, donde ingresó ocupando los primeros puestos.
“Mis hijos son mi motivación. Por ellos decidí continuar mis estudios en la universidad. Mi meta es seguir para adelante, para poder brindarle más apoyo a mis hijos. Nunca es tarde para seguir aprendiendo y tener más conocimiento de la vida”, dijo.
En agosto del 2023, la vida de María Isabel Maytahuari Pinchi dio un giro al ser afiliada al programa Juntos, cuando estaba embarazada de su segunda hija Emily Maryle.
“Cuando tenía tres meses de embarazo recibí la llamada del programa Juntos. Al inicio creí que eran estafadores, pero luego la señorita que me llamó me hizo entender que eran un programa social del Estado, que apoyaban a familias que viven en extrema pobreza que tenían en su hogar a madres embarazadas o que tienen bebés recién nacidos”, comentó.
María menciona que para recibir el incentivo económico del programa Juntos lleva su hijo de seis años a la escuela y, a su bebé de dos años, a sus controles de crecimiento y desarrollo en el centro de salud que está cerca a su casa.
Asimismo, señala que el dinero que recibe cada dos meses lo utiliza para comprar víveres para su familia, además de ahorrar un pequeño monto que lo destina para comprar medicinas, en caso de que alguien de su familia se enferme.
“Es de gran ayuda el dinero que recibo del Programa, porque compro los alimentos para mis hijos. Ahora que mi hijo mayor irá a la escuela, también le compraré sus utilices escolares. También trato de ahorrar un poco para comprar medicinas en caso de que se enfermen mi familia”, explicó.
Finalmente, envió un mensaje a las mujeres que postergaron sus estudios por diversos motivos. “Nunca hay que darnos por vencidas por más que tengamos hijos y sin importar la edad, lo más importante es cumplir tus metas, sin importar lo que digan los demás”, finalizó.