El incendio de "Bootleg", el mayor de las decenas de fuegos actualmente activos en el oeste de Estados Unidos, superó este martes las 80,000 hectáreas calcinadas, y los bomberos avisaron que no prevén tenerlo completamente contenido hasta finales de otoño.
El fuego quema desde hace una semana en el sureste del estado de Oregón, junto a la frontera con California, y afecta una zona montañosa y de vegetación en el Bosque Nacional de Fremont-Winema.
Su proximidad a una línea de transmisión eléctrica de alto voltaje, que conecta las redes de California y Oregón, llevaron a las autoridades a pedir a los consumidores que reduzcan al máximo el consumo eléctrico para evitar que esta se sobrecargue y empeore la situación.
Las condiciones climáticas son muy propicias para el avance de las llamas, con un terreno extremadamente seco después de una temporada de lluvias que se cerró con precipitaciones muy inferiores a las habituales y unas temperaturas que han marcado récords de calor durante varios días seguidos en distintos puntos del oeste de EE. UU.
Más de 1,000 bomberos se encuentran batallando el incendio, pero la fuerza del fuego es tal que los avances son mínimos y todavía no se ha logrado la contención de las llamas en ninguno de los flancos, según informó en un comunicado el Centro de Coordinación Interagencia del Noroeste (NWCC, por sus siglas en inglés).
Gigantescos incendios
En paralelo, cerca de 3,000 bomberos luchan contra las llamas de otro gigantesco incendio en el estado de California, que ha quemado más de 37,600 hectáreas, según la última actualización del Servicio Forestal de EE. UU.
El fuego de combustión rápida está afectando al Bosque Nacional Plumas, en el extremo norte de Sierra Nevada, cerca de la ciudad de Beckwourth, a unos 80 kilómetros al noroeste del lago Tahoe.
En esa zona se han emitido órdenes de evacuación para unos 3.000 residentes de diferentes condados colindantes, según estimaciones de medios locales. Los servicios de bomberos esperan poder tener el fuego totalmente contenido a finales de julio.
Un tercer incendio cerca del Parque Nacional Yosemite, que ha sido contenido en un 15 %, también ha quemado más de 3.800 hectáreas desde el domingo por la noche, según la última actualización del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
La región en la que se declaró este incendio el domingo está registrando temperaturas altísimas de más de 42 grados, lo que acelera la propagación de las llamas y dificulta enormemente el trabajo de los bomberos.
En total, y según cifras de Cal Fire, en lo que va de año han ocurrido más de 4.100 incendios en ese estado del oeste de EE. UU., a pesar de que los meses tradicionalmente más complicados en cuanto a fuegos -octubre y noviembre- todavía no han llegado.