Las autoridades de la región Áncash han confirmado la tercera muerte por dengue en esta parte del país. Las personas que perdieron la vida a causa de esta enfermedad proceden de la provincia de Casma, donde se doblegan esfuerzos para controlar el aumento de los casos; sin embargo, un sector de la población se mantiene reacia a colaborar con el personal de salud.
El
director del Hospital San Ignacio de Casma, Miguel Beteta Osorio, informó que
son tres las personas que en lo que va del año han perdido la vida por el dengue. Detalló que la última víctima ingresó al nosocomio en un estado delicado, por lo que al día siguiente se le refirió al Hospital Regional Eleazar Guzmán.
“Oficialmente son tres los fallecidos. El tercer caso fue derivado al Hospital Regional de Nuevo Chimbote donde falleció por complicaciones causadas por el dengue”, explicó el funcionario.
Beteta Osorio agregó que otro poblador casmeño, procedente del sector de Carrizal, estuvo internado en el Hospital de EsSalud en Chimbote tras ser diagnosticado con dengue; sin embargo, falleció en su vivienda luego de haber sido dado de alta. Detalló que se viene indagando si su muerte fue ocasionada por la referida enfermedad o por otras causas.
Al ser Casma una de las zonas más golpeadas por el dengue, donde se han confirmado cerca de 500 casos, las autoridades vienen intensificando sus esfuerzos para exterminar al mosquito Aedes aegypti.
El personal que contrató la Municipalidad Provincial de Casma y el personal de salud del Hospital San Ignacio realizaron un trabajo intenso de abatización; no obstante, un gran sector de la población no abrió sus puertas.
Culminado el control larvario, se logró inspeccionar 5 000 viviendas. Lamentablemente, los brigadistas no pudieron ingresar a 700 casas debido a que los dueños no dieron la autorización y en 1 500 inmuebles no abrieron las puertas.
Durante sus recorridos, los trabajadores de salud encontraron larvas y pupas del mosquito transmisor del dengue en 360 viviendas. Por esta razón, las visitas se seguirán realizando con la finalidad de inspeccionar la mayor cantidad de casas y, mediante la abatización, tratar de controlar la reproducción del vector.
“Tenemos equipos que salen de mañana y tarde para inspeccionar las viviendas que se encontraban cerradas o fueron renuentes, ya que se ha encontrado bastante al zancudo vector”, mencionó el director del Hospital San Ignacio.