El uso de fertilizantes de última generación en las actividades agrícolas contribuirá a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, señaló la firma noruega Yara.
Refirió que según un reciente estudio del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), la agricultura, la ganadería y los cambios de uso de la tierra son responsables por el 23% de las emisiones de gases que producen el calentamiento global.
“Sin embargo, lo más alarmante, es que, de acuerdo a la CEPAL, la contribución de América Latina y el Caribe es 1.5 veces superior, llegando al 42%, pero aún podemos hacer algo, si nos lo proponemos”, indica Yara.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que ningún otro fenómeno impactará con tanta fuerza en las zonas rurales y los sistemas alimentarios del planeta, como el cambio climático.
En ese sentido, Yara hace un llamado a los gremios, la agroindustria y los gobiernos a impulsar una producción de alimentos baja en emisiones de gases de efecto invernadero.
Advirtió que, de no adoptarse medidas preventivas, los aumentos de temperatura sobrepasarán los 2°C, y generán condiciones meteorológicas que muchos agricultores aún no sabrían cómo manejar.
“El primer paso es no cambiar el uso del suelo; debemos mantener los grandes depósitos de carbono, como bosques, por ejemplo, que además de prestar un servicio crítico al ecosistema ayudan a preservar la biodiversidad”, indicó el Business Unit Manager de Yara para Latinoamérica, Chrystel Monthean.
“El segundo es impulsar la adopción de mejores prácticas en el uso de los fertilizantes minerales; aplicar fuentes de nitrógeno más eficientes, tales como los nitratos, que permiten aumentar el rendimiento en cosecha y reducen el impacto medioambiental”, agregó.
Refirió que la región latinoamericana debe cambiar su forma de hacer agricultura y modernizarla, con la adopción de nuevas tecnologías de nutrición vegetal.
“Diferentes tipos de fertilizantes poseen distintas huellas de carbono, y solo aquellos de última generación pueden reducirla en la producción de alimentos. La huella de carbono es un indicador de los GEI emitidos a la atmósfera, en el ciclo de vida de cualquier producto”, explicó.
Fertilizantes con efecto invernadero
En algunas etapas de su ciclo de vida, los fertilizantes emiten gases de efecto invernadero (GEI), tales como CO2 (dióxido de carbono) y N2O (óxido nitroso), explica la directora de Agronomía de Yara para Latinoamérica, Margarita González.
“Sin embargo, los fertilizantes también estimulan la captación de CO2 por parte de las plantas y, al impulsar mayores producciones de alimento por unidad de tierra arable, ayudan a prevenir la deforestación y evitan cambios en el uso del suelo”, subrayó.
Asimismo, cuando los fertilizantes se fabrican con baja huella de carbono y tienen fuentes de nitrógeno más eficientes, contaminan mucho menos el aire, mitigan el cambio climático y facilitan una mayor producción de biomasa para fuentes de energía alternativas, tales como la caña de azúcar y el maíz, indicó.
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JRA
Publicado: 20/10/2019