Uno de los retos que enfrenta el Perú es la lucha contra esta actividad, la cual también afecta a varias economías de Asia-Pacífico.
El Perú, como sede de la Semana de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), ha fijado que uno de los objetivos prioritarios para este bloque económico en el 2024 es el establecimiento de la Hoja de ruta para la transición de los actores económicos informales a la economía formal.
La subdirectora de Cooperación Económica Técnica y Asuntos Sociales de la Dirección de APEC, Carolina Carranza, aseveró que la informalidad no es una característica exclusiva de las economías en desarrollo, también se trata de un fenómeno que refleja profundas desigualdades estructurales en América Latina y en Asia-Pacífico.
“Esta situación se convierte en un desafío aún mayor que afecta no solamente a la competitividad y productividad en otras economías, sino también a las oportunidades de inclusión y desarrollo de millones de personas”, precisó en artículo publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Hallazgos
Entre los principales hallazgos identificados por la Unidad de Apoyo de Políticas de la Secretaría del APEC que se encarga de la investigación en Asia-Pacífico sobre la informalidad en esta región geográfica, destaca la prevalencia y diversidad de la informalidad como un fenómeno.
“La informalidad afecta a todas las economías, aunque no siempre se manifiesta de la misma forma; desde vendedores de la calle hasta pequeños emprendedores, la informalidad está presente de uno u otro modo. En algunas economías del APEC, el sector informal constituye hasta un casi el 60% de su producto bruto interno (PBI)”, detalló.
Inclusive, agregó, economías desarrolladas de las que podría pensarse que tienen este problema, como Estados Unidos, Japón y Australia, registran niveles que comprenden entre el 8% y 14% de su PBI.
Otro hallazgo importante de este estudio está relacionado con las desventajas de la informalidad. “Algunos hallazgos precisan que los trabajadores y negocios del sector informal suelen carecer de acceso a servicios financieros convencionales, seguridad social y protección legal, lo que los deja en una situación mayor de vulnerabilidad”, precisó Carranza.
La ministra comentó que informalidad también limita la capacidad de los gobiernos para recaudar impuestos y proveer servicios eficientes, lo que genera exclusión y falta de recursos.
Digitalización
Frente a esta situación, el estudio encontró oportunidades que identifican a la digitalización como una potencial herramienta para abordar algunos de los aspectos más agobiantes de la informalidad.
“La digitalización puede aportar en áreas fundamentales como la facilitación del acceso de la formalización. La digitalización permite simplificar los procesos de registro y reducir la burocracia, lo que hace que la formalización sea menos intimidante para los pequeños negocios y con ganas de crecer”, detalló la funcionaria.
La segunda área es el acceso a servicios financieros. “Con el uso de herramientas digitales, los trabajadores y negocios informales pueden acceder a servicios financieros alternativos e innovadores, como microcréditos o pagos electrónicos que antes estaban fuera de su alcance y así alcanzar las plataformas digitales de comercio electrónico, que permiten a los negocios informales llegar a un público más amplio y diversificado, lo que simplifica la formalización a largo plazo”, refirió.
La subdirectora de Cooperación Económica Técnica y Asuntos Sociales en la dirección de APEC comentó que este grupo de trabajo se encuentra trabajando en el interior del foro una hoja de ruta que contendrá las principales acciones y directrices que las economías de este bloque podrán seguir de manera conjunta para resolver este problema.
“Se trata de un gran esfuerzo que esperamos sea reconocido en la reunión de líderes y sea aprobado, pues su trascendencia en la lucha contra la informalidad en nuestras economías será importante”, puntualizó.
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(FIN) DOP/SDD