Las especies nativas y emblemáticas de nuestra agrobiodiversidad como la papa, el maíz, el algodón, el tomate, los zapallos y los ajíes, entre otras, así como miles de variedades que son cultivadas por familias agricultoras conservacionistas en diversas regiones del Perú, están protegidas por la Ley N° 29811, que establece la moratoria al ingreso y producción de organismos vivos modificados o transgénicos al país hasta el 2021, y que fue ampliada por la Ley N° 31111 hasta el año 2035.
Así lo sostuvo el José Álvarez, director general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente, quien sostuvo que el Perú tiene la ventaja frente a otros países que sí admitieron transgénicos en su agricultura, porque no permitió su cultivo gracias a sus normas de moratoria y con ello salvaguardó su agrobiodiversidad.
Explicó que el Minam está elaborando Líneas de Base de cultivos oriundos peruanos, que consideran innovaciones como elaborar un mapa nacional para identificar a los agricultores de cultivos orgánicos para que no pierdan su certificación orgánica.
“Hemos publicado las Líneas de Base de la papa, el maíz, el tomate, el algodón, y estamos culminando la de la yuca, de los ajíes y el rocoto que permiten conocer dónde se ubican esos cultivos, quiénes las cultivan, en qué estado se encuentran y cuáles son los riesgos”, afirmó en conferencia de prensa virtual sobre los alcances del proceso de elaboración del reglamento de la Ley de Moratoria, cuyo plazo de recepción de propuestas y sugerencias ciudadanas vence hoy sábado 6 de marzo.
Adelantó que en estas Líneas de Base se va a incluir información sobre aspectos económicos, culturales, las zonas de agrobiodiversidad que está declarando el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) y que están creciendo cada año, y otros aspectos que enriquezcan el conocimiento de la agrobiodiversidad peruana y permitan su mejor protección y puesta en valor.
Álvarez destacó que la sabiduría andina ha desarrollado a lo largo de miles de años variedades de cultivos adaptadas a las distintas condiciones climáticas y nichos ecológicos, de tal forma que los campesinos andinos, amazónicos y costeños tienen una diversidad de semillas y campos de cultivo en distintos pisos ecológicos para mitigar el impacto de los extremos climáticos que se producen por el impacto del
cambio climático y así garantizar la enorme agrobiodiversidad que ostenta el Perú a escala mundial.
“La
Ley de Moratoria contribuye a ese propósito porque va a permitir a los campesinos, aunque tengan menos cosechas nunca les faltará la diversidad. Si los cultivos oriundos se contaminasen con transgénicos se perderían oportunidades no solo de seguridad alimentaria sino de exportación. Por eso estamos fortaleciendo las capacidades de los campesinos para vigilar y conservar las variedades nativas”, subrayó.
Puntualizó que, aparte de los transgénicos, la agrobiodiversidad andina, amazónica y costeña tiene otros riesgos, que también están siendo abordados por el Minam, relacionados con la emigración, de los cultivos comerciales no transgénicos como la palma aceitera, que están desplazando a los cultivos nativos.
“Hay allí un riesgo mucho más grande, probablemente, para la agricultura nacional y la biodiversidad debido al abandono del campo. En este tema necesitamos políticas públicas claras y estamos incluyendo en el reglamento aspectos que permiten fortalecer esa agrobiodiversidad. Se requiere brindar a los agricultores apoyo técnico, crear incentivos para que los campesinos conservacionistas no abandonen sus campos de cultivo porque gracias a ellos el Perú es campeón en agrobiodiversidad”, apostilló.
Cultivos amazónicos libres de transgénicos
En cuanto a la presunta amenaza de los transgénicos a los cultivos amazónicos, Álvarez consideró que esto es poco probable dado que se trata de cultivos casi todos silvestres, por lo que su ubicación geográfica los protege de una posible contaminación.
“Felizmente, los cultivos amazónicos son mayormente silvestres y su riqueza biológica es impresionante. Están ingresando a los mercados orgánicos frutos con un potencial enorme como el aguaje, el camu camu, el unguragüi, el azaí, entre otros. Creemos que en los lugares donde existen no ocurrirá el ingreso de transgénicos”, afirmó.
Sin embargo, precisó que el único cultivo peruano que podría verse amenazado es la yuca amazónica, que tiene alrededor de 40 variedades cultivadas por comunidades indígenas como la etnia asháninka en la región Junín.
“Estamos haciendo la Línea de Base de la yuca, que estará pronto culminada para su difusión y para que a nadie se le ocurra introducir un transgénico de este cultivo tan importante para la alimentación regional y nacional”, comentó.
Ventajas de la moratoria
El funcionario del Minam destacó que la moratoria no solo permitió salvaguardar la agrobiodiversidad peruana, sino que no se produjo ningún incremento en el precio de las semillas de cultivos como el maíz ni de las aves que lo consumen en la industria avícola, como vaticinaban erróneamente los opositores a la ampliación de la Ley de Moratoria sobre transgénicos.
“Hemos sido lo más transparentes para mejorar los procedimientos de control, haciéndolos más expeditivos y predecibles para que las empresas importadoras privadas de semillas puedan continuar proveyendo a los agricultores peruanos con semillas convencionales y no transgénicas, a precios razonables y sin que exista un encarecimiento por procedimientos de control o vigilancia”, anotó.
Aseveró que también se ha mejorado las capacidades de bioseguridad con una metodología que permite gestionar los transgénicos. “Hoy contamos con profesionales peruanos capacitados por los mejores especialistas de América en el tema de bioseguridad”, remarcó.
Nueva Ley de Bioseguridad
Álvarez sostuvo que el Minam está trabajando en una nueva Ley de Bioseguridad que regule y garantice el uso seguro de los transgénicos y también de cualquier nueva tecnología que podría presentar riesgos para el ambiente, la diversidad biológica y la salud humana, amparados en el principio precautorio.
Refirió que, según la FAO, en el mundo se ha perdido ya más del 75% de los cultivos tradicionales; y aunque en el Perú felizmente conservamos casi la totalidad de nuestro patrimonio genético, los riesgos avanzan, y si no se toman medidas adecuadas, pueden producirse escenarios similares.
“Desde el Minam estamos impulsando pilotos para que las familias conservacionistas tengan incentivos para cultivar variedades o razas de cultivos en riesgo (de quinua, papa, maíz, kiwicha, etc.), que han tenido gran acogida. Estamos impulsando que esto se convierta en una política pública”, concluyó.
Ampliación de la moratoria hasta el 2035
El 6 de enero pasado, el Congreso de la República promulgó la
Ley N° 31111, que amplía el plazo de la moratoria al ingreso y producción de transgénicos u Organismos Vivos Modificados (OVM) por 15 años más; es decir, hasta el
31 de diciembre de 2035.
Reglamento
Álvarez dijo que el Minam ha elaborado un cronograma que culminará mañana 6 de marzo, que incluye la presentación y revisión de la propuesta normativa por parte de la Comisión Multisectorial de Asesoramiento (CMA), donde se encuentra representada la sociedad civil.
Refirió que hasta ahora se han recibido alrededor de 150 comentarios y aportes que vienen enriqueciendo la propuesta de Reglamento. Asimismo, dijo que el Minam viene participando en eventos de difusión propiciados por diversas organizaciones de la sociedad civil, como la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental.
“Al término del plazo se espera recibir, al menos, el doble de la cantidad de aportes. Para ello, estamos programando reuniones con diversos gremios y organizaciones de la sociedad civil, que han manifestado su preocupación e interés, mediante cartas y comunicados, para realizar los aportes correspondientes”, mencionó.
Para participar en la consulta pública de la adecuación del Reglamento de la Ley de Moratoria, se deben seguir los siguientes pasos:
3. Enviarlos hasta el 6 de marzo a través del correo electrónico: bioseguridad@minam.gob.pe
(FIN) LZD/MAO