Andina

Loreto: Conoce el proyecto que ayuda a conservar humedales en el Datem del Marañón

Iniciativa ejecutada por Profonanpe mejora las capacidades de resiliencia de las comunidades indígenas

El Abanico del Pastaza es un ecosistema de más de 3.8 millones de hectáreas, ubicado en la provincia del Datem del Marañón del departamento de Loreto. Representa el 3% del área boscosa del Perú y contiene el 40% de las reservas de carbono retenido en el territorio peruano. Foto: Profonanpe

El Abanico del Pastaza es un ecosistema de más de 3.8 millones de hectáreas, ubicado en la provincia del Datem del Marañón del departamento de Loreto. Representa el 3% del área boscosa del Perú y contiene el 40% de las reservas de carbono retenido en el territorio peruano. Foto: Profonanpe

05:45 | Loreto, oct. 29.

Mejorar las capacidades de resiliencia de las comunidades indígenas que viven en ecosistemas de humedales ricos en reservas de carbono en la provincia de Datem del Marañón, en la región de Loreto, así como mejorar sus medios de vida y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causada por la deforestación, es el objetivo del proyecto que impulsa el Fondo de Promoción de la Áreas Naturales Protegidas del Perú (Profonanpe).

El proyecto “Construyendo resiliencia en los humedales de la provincia Datem del Marañón”, iniciada en junio de 2017 y cuyo término está previsto para mayo de 2022, se implementa en el Abanico del Pastaza, clasificado como sitio Ramsar, es decir, un humedal de importancia internacional debido a su importante riqueza hídrica, biodiversidad y como captador de gases de efecto invernadero para mitigar los efectos del cambio climático en Perú y el planeta.


Financiamiento

El proyecto cuenta con un financiamiento de 6 millones 240,000 dólares otorgados por Green Climate Fund, el fondo más grande del mundo dedicado a ayudar a los países en desarrollo a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar su capacidad para responder al cambio climático. Es el primer proyecto aprobado a nivel mundial por dicho fondo internacional.

Beneficiarios

Los beneficiarios de este importante proyecto son 120 comunidades de los pueblos indígenas Awajún, Achuar, Chapra, Kandozi, Kichwa, Wampis y Shawi.


Logros

A la fecha, el proyecto muestra logros importantes como avanzar en el proceso de Zonificación Territorial Autónoma (ZTA), en coordinación con lCORPI y la Municipalidad Provincial del Datem del Marañón. 


También se alcanzó la formalización y fortalecimiento de capacidades de asociaciones indígenas para la elaboración participativa de instrumentos de gestión (Declaraciones de Manejo y Programa de Manejo Pesquero) y el manejo sostenible de recursos naturales.

Asimismo, el apalancamiento de fondos con el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA) para la ejecución de un proyecto de acuicultura.


Otro avance importante es el fortalecimiento de capacidades en gestión de bionegocios y asociatividad, e implementación de infraestructura para la comercialización de pescado fresco y elaboración de aceite de aguaje, fruto amazónico considerado un superalimento gracias a sus nutrientes y beneficios para la salud. Como consecuencia de este objetivo el proyecto logró la certificación orgánica para la venta de aceite de aguaje con la población de la etnia Awajún.

Exitosos defensores del Abanico del Pastaza

Balbina, Santiago, Ronel, Gunter y Guillermo son defensores de la integridad del Abanico del Pastaza, cuyas historias son ejemplo de trabajo indesmayable de conservación y aprovechamiento sostenible de este supremamente importante humedal amazónico. 


A continuación, conoce sus historias de éxito, que cuentan con el apoyo del Profonanpe y la cooperación internacional para mejorar sus capacidades productivas.

Balbina Sundi


Balbina forma parte de la etnia Kandozi y es presidenta de la Asociación de Mujeres Productoras Charapi, integrada por 15 mujeres en el Datem del Marañón, quienes lideran la conservación de las tortugas taricaya a través de actividades de repoblamiento y venta de sus huevos. 


“De esta manera, conservamos la especie, empoderamos a las mujeres amazónicas y disfrutamos del valor económico”, manifiesta.


Esta experiencia ha permitido el empoderamiento femenino amazónico y el liderazgo de sus propios bionegocios.

Segundo Chanchari


Segundo es un escalador de palmeras de aguaje que vive en la comunidad nativa Puerto Díaz, en el Datem del Marañón. Él se encarga del acopio del fruto de aguaje para que luego puedan ser vendidos a otras asociaciones.


“Soy capacitador en diferentes comunidades. Antes no se sabía cómo extraer el aguaje de las palmeras porque se talaban. Ahora, con la ayuda de un arnés podemos escalar los árboles y sacar los frutos sin afectar al bosque de palmeras. “Tampoco se extrae todos los racimos porque esos frutos constituyen el alimento de las aves”, comenta.


Segundo destaca la importancia del manejo sostenible de los aguajales y refiere que, actualmente, hay 229.5 hectáreas bajo manejo en el Datem del Marañón. “El aguaje es una bendición para el ser humano y por eso estamos contribuyendo a su conservación”, enfatiza.

Ronel Pérez


Ronel Pérez pertenece a la etnia Awajún de la comunidad nativa Chapis, cuyos habitantes han formado la Asociación de Productores de Ungurahui y Aguaje de Pueblos Indígenas del Sector Marañón (APUAPISEM), una asociación para implementar un bionegocio que extrae de forma sostenible el aceite del fruto del aguaje.


“Creemos que con el adecuado manejo del bosque podemos lograr un aprovechamiento sostenible de este fruto amazónico, en este caso obteniendo aceite en nuestra planta”, expresa.

Gunter Yandari y Guillermo Yumbato


Gunter Yandari y Guillermo Yumbato pertenecen a la etnia Kandozi y viven en la comunidad nativa Musa Karusha. Ellos son parte de la Asociación Katinbaschi, quienes se encargan de la comercialización de pescado fresco artesanal extraído del lago Rimachi.


“Nuestra asociación cuenta con 120 socios que tras la pesca diaria se traslada los peces a nuestra planta de hielo para la conservación en frío que opera gracias a la energía solar. Contamos con 120 paneles fotovoltaicos. De esta manera, podemos comercializar nuestra producción de pescado fresco y congelado en mercados de Tarapoto y Yurimaguas”, afirman.


La extracción de peces amazónicos respeta las poblaciones juveniles para no atentar contra supervivencia de la especie.
Con este mecanismo de aprovechamiento sostenible del recurso hidrobiológico amazónico se logra conservar el ecosistema, mientras que con los ingresos económicos obtenidos, la Asociación Katinbaschi contribuye a mejorar la calidad de vida de su comunidad.

Estas experiencias son algunos de los diversos ejemplos de bionegocio responsable en la Amazonía peruana, los cuales cuentan con el decidido apoyo del Profonanpe y de la cooperación internacional que apuestan por el desarrollo sostenible y la conservación de nuestros recursos naturales.

(FIN) LZD/MAO

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Publicado: 29/10/2021