En el marco de la Política Nacional para la Calidad, el Instituto Nacional de Calidad (Inacal) aprobó una nueva Norma Técnica Peruana (NTP) que establece lineamientos para la aplicación de buenas prácticas agrícolas en la producción de las mazorcas de maíz amiláceo para choclo; a fin de asegurar la inocuidad de este grano andino, impulsando su comercialización con estándares de calidad, informó hoy el Ministerio de la Producción (Produce).
Detalló que la norma “NTP 205.085:2022 Maíz Amiláceo. Buenas prácticas agrícolas en la producción de maíz amiláceo para choclo en la agricultura familiar”, podrá ser aplicado por los productores en los departamentos de mayor producción de choclo, como Junín, Áncash, Cusco y Cajamarca.
Ello, en la producción de las mazorcas de maíz amiláceo para choclo destinadas al consumo directo o como materia prima para el procesamiento industrial; lo que les permitirá contar con un producto libre de contaminantes y problemas fitosanitarios.
“El choclo registró en el 2021 una producción anual de 442,000 toneladas, siendo el tercer cultivo prioritario en la agricultura familiar. Es un producto estratégico para la seguridad alimentaria de los peruanos, por ello es importante que los pequeños productores rurales implementen practicas sostenibles, utilizando apropiadamente los insumos para mejorar la rentabilidad de sus cultivos, con un mínimo impacto ambiental; a fin de elevar su competitividad y oferta exportable”, informó Clara Gálvez, presidenta ejecutiva del Inacal.
Principales recomendaciones (Buenas Prácticas Agrícolas)
Evaluación y elección del terreno: se debe identificar las fuentes potenciales de contaminación procedentes de los alrededores, como, por ejemplo: relaves mineros, plaguicidas, contaminantes ganaderos, fauna silvestre, fábricas y población.
Ubicación e identificación: realizar identificación del lote o predio donde se desarrolla el cultivo, incluyendo el croquis para la ubicación.
Manejo del cultivo: realizar análisis de rutina del suelo para identificar su fertilidad potencial (materia orgánica); elegir semilla de buena calidad (cumplimiento de requisitos genéticos, sanitarios, fisiológicos, calidad física); eliminar las malezas, entre otros aspectos.
Nutrición, abonamiento y fertilización: es recomendable el uso de abono orgánico antes de la siembra (guano de corral, compost y rastrojos de cosecha del campo).
Manejo integrado de plagas y enfermedades: realizar el manejo integrado de plagas (MIP) del maíz choclo, con el fin de disminuir el uso de productos fitosanitarios.
Manejo de la cosecha: se recomienda efectuarlo en las primeras horas de la mañana, para evitar la pérdida de agua de las mazorcas; la cosecha se realiza arrancando las mazorcas con panca; evitar que el choclo presente daños en la panca. Una vez terminada la cosecha y la estiba, la carga será cubierta con la chala (rastrojo del maíz choclo), para evitar la insolación hasta llegar al almacén o al mercado para su distribución.
Instalaciones: los plaguicidas y fertilizantes deben ser almacenados separados de viviendas, alimentos, material de empaque, fuentes de agua, herramientas, equipos, uniformes u otros y fuera del alcance de los niños.
Trazabilidad: se debe contar con un sistema de identificación de cada parcela y llevar un control del producto cosechado.
Protección ambiental (manejo de desechos y contaminantes): se debe contemplar el desarrollo de una agricultura sostenible con un reducido impacto ambiental.
Esta norma técnica peruana se encuentra disponible para su lectura en línea en la plataforma “Sala de Lectura Virtual” en la página web:
aquí.
Algunos datos
- De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri), en el 2021 se cosecharon un total de 240,000 hectáreas de maíz amiláceo en Perú.
- De este total, el 78 % fue para grano seco, el 20 % para maíz choclo y el 2 % para maíz morado.
- Los principales mercados destino del maíz amiláceo son: Estados Unidos, España, Japón, Ecuador y Chile.
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(FIN) NDP/SDD
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