A los cuatro años, cuando Diana Sologuren empezó su educación inicial, en su salón de clases pensaron que era mucho mayor de lo que aparentaba porque, a diferencia de sus compañeros, ella ya sabía leer. “Pero, ¿cómo…?”, se preguntaban los adultos que la veían, tan pequeñita, enunciando vocales y consonantes hasta completar palabras.
Entre risas, Cecilia Rodríguez, su mamá y docente de la
Carrera Pública Magisterial, explica que su niña había aprendido a leer desde los tres años, pues como maestra aprovechaba cada momento de juegos para enseñarle. Hoy, cuando ambas recuerdan aquella época, siempre concluyen que, luego del amor,
la educación es el vínculo que más las une y enriquece.“No recuerdo cómo aprendí a leer, ni mucho menos cuándo empecé a escribir, pero sí tengo nítida en la memoria a mi mamá como mi guía, siempre a disposición en la casa”, explica Diana, quien a sus 19 años ya es una destacada alumna del segundo ciclo de la carrera de Ingeniería de las Telecomunicaciones en la Pontificia Universidad Católica del Perú, institución a la que ingresó en el 2018 tras ganar el concurso
Beca de Excelencia Académica para Hijos de Docentes.
Asentada con su familia en Nueva Esperanza, en el distrito limeño de Villa María del Triunfo, Cecilia se inició en la Carrera Pública Magisterial en el 2009. Desde entonces, ella ha participado en innumerables capacitaciones y superado con éxito las distintas etapas de evaluación para ascender hasta el cargo de subdirectora del colegio 6011 Santísima Virgen de Fátima.
Un desafío constante, agrega Cecilia, responsable de los 1,300 estudiantes de primaria que, en dos turnos, asisten a este colegio y lo han convertido en uno de los más prestigiosos del distrito.
Vocación y reconocimiento
“Todos estos años como maestra han significado la oportunidad de llegar a las familias a través de sus niños, y ayudar a esos padres a formarlos con buenos valores, para que crezcan y sean personas de provecho en sus hogares y en la sociedad”, comenta Cecilia mientras evoca mentalmente las decenas de caritas de los alumnos que, en casi tres décadas de carrera, ha visto pasar por sus aulas.
Pensando en los maestros que, como Cecilia, se esfuerzan a diario en todo el país para formar a las nuevas generaciones, el Ministerio de Educación, mediante el
Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec), ofrece cada año becas integrales para estudios superiores, destinadas a favorecer a los hijos de aquellos docentes que se forjan una trayectoria en el marco de la Carrera Pública Magisterial.
“La beca es una maravillosa oportunidad para nuestros hijos. Cuando me enteré que mi Diana reunía los requisitos, la apoyamos sin descanso para que se prepare, concurse y gane. Y cuando ganó, ¡la emoción fue indescriptible! Me sentí muy orgullosa y feliz porque ella ingresó a la universidad de sus sueños, y también revalorada como docente, pues todo mi esfuerzo obtuvo una recompensa”, asegura Cecilia.
Ella no duda en exhortar a sus colegas a iniciar o ascender en la
Carrera Pública Magisterial para alcanzar no solo la excelencia en cuanto a su profesión, sino también para brindarle nuevas y mejores oportunidades a los suyos.
La convocatoria 2019 del concurso Beca de Excelencia Académica para Hijos de Docentes concluye hoy 7 de junio, a las 5:30 p.m.
Quienes no logren reunir los requisitos o documentos necesarios para su postulación podrán participar el próximo año, pues se llevará a cabo un nuevo concurso, con más vacantes, para así poder llegar a cada vez más jóvenes talentosos y brindarles la oportunidad de convertirse en profesionales en el campo de su elección.
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(FIN) NDP/RRC