Ante la llegada de la variante ómicron al Perú, el Ministro de Salud, Hernando Cevallos, anunció la decisión de su portafolio de reducir el plazo de espera de cinco meses a tres meses, para aplicarse la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19, después de la segunda inmunización.
¿Por qué es necesaria la aplicación de una tercera dosis, sobre todo cuando en el Perú solo el 31% de la población mayor de 60 años se la ha aplicado? La infectologa del Instituto Nacional de Salud (INS), Lely Solari, explica a la agencia Andina las razones que han motivado a la autoridad de salud a tomar esta medida.
Para empezar, sostiene, está totalmente demostrado que la tercera dosis o dosis de refuerzo es efectiva para prevenir la infección, enfermedad severa y muerte por la covid-19 en personas mayores de 60 años, con comorbilidades como diabetes, obesidad e hipertensión, y en las que se exponen más a la enfermedad, como el personal de la primera línea de batalla.
Solari precisa que existe un amplio consenso mundial de que estos grupos necesitan una dosis de refuerzo porque las vacunas, las que se aplican en el Perú como en los demás países, disminuyen su efectividad a lo largo de los meses. Existen evidencias, inclusive, de que algunas reducen su protección contra la infección de coronavirus de manera significativa.
“Por eso se realizaron estudios, para saber qué podía ocurrir si las personas se aplicaban una dosis adicional. Los resultados revelaron que se recupera su efectividad para prevenir la infección, enfermedad severa y muerte en personas mayores de 60 años, en quienes tienen comorbilidades y el personal de primera línea”, señaló.
Recuperar efectividad de las vacunas
Ante los resultados de estos estudios, varios países, y ahora el Perú ha optado por extender la aplicación de la tercera dosis hacia grupos que no son vulnerables. Actualmente, gente que es menor de 60 años y que no está expuesta a contagios puede recibirla para no contraer una infección por coronavirus ni ser hospitalizada.
¿Por qué la decisión? Porque es necesario recuperar la
efectividad que sin duda tienen las vacunas, pero que pierden después de un tiempo, indica Solari. “Aunque los estudios para medir los resultados en grupos no vulnerables todavía están en construcción, la mayoría de países ha optado por la tercera dosis para proteger a toda su población”.
Una medida que contradice la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no usar las vacunas disponibles para una tercera dosis, cuando todavía existen naciones que solo han inmunizado al 10 % de su población. “Los países le están dando prioridad a sus ciudadanos, y no a la equidad global”, acota.
Evitar colapso de los servicios de salud
Los reportes diarios del Ministerio de Salud sobre las cifras de nuevos casos de personas contagiadas, fallecidas, hospitalizadas o en cuidados intensivos están mostrando un incremento lento en los indicadores.
Solari expresa su preocupación, porque los peruanos no toman conciencia del riesgo que tiene para su salud y la oferta sanitaria, el hecho de que incumplan las medidas de prevención como no acudir a lugares con poca ventilación, usar doble mascarilla y respetar el distanciamiento social.
“En Mesa Redonda es increíble ver a la gente hacinada en las tiendas y en la calle. Es lamentable. Y por más que el Estado invierta en vacunación y en tener una oferta sanitaria adecuada, sino se controla el aumento de casos de covid-19 los esfuerzos que hace no servirán”, indicó.
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(FIN) SMS/LIT
JRA
Publicado: 23/12/2021