La Navidad en el Perú es una celebración en la que las tradiciones varían en cada región y combinan elementos católicos con las culturas locales. Así, las festividades navideñas se transforman en experiencias únicas, en las que resaltan las costumbres ancestrales y la identidad cultural de cada lugar.
Las danzas, la música y la tradición son las verdaderas protagonistas del siguiente recorrido navideño por el territorio peruano propuesto por la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PromPerú).
El baile de las pastoras en Yauyos
Abran paso, el arpa, las flautas, los violines y las maracas son los protagonistas de la estampa folclórica que se inicia hoy, 24 de diciembre, hasta la misa del gallo en el centro poblado de Quinches de la provincia limeña de Yauyos, donde la Navidad se vive de una manera diferente.
El pueblo festeja la llegada del Niño Jesús bailando con conjuntos típicos y al son de una música especial, conocida como el aylle o el baile de las pastoras, expresión declarada Patrimonio Cultural de la Nación en el 2023.
El hatajo de negritos en Chincha
Siguiendo en la Costa, en la provincia de Chincha, región Ica, la población afroperuana celebra el nacimiento de Jesús con la danza denominada hatajo de negritos, interpretada por varones, y las pallitas, interpretada por las mujeres.
La festividad empieza el 24 de diciembre y finaliza el 6 de enero, concretamente en la Pascua de Reyes. La danza como tal consiste en la ejecución de bailes basados en el zapateo, canto e interpretaciones del violín y la guitarra españoles. El hatajo de negritos es dirigido por un caporal que da inicio a la festividad y se encarga de 'bautizar', con agua bendita, a los nuevos integrantes.
La fiesta de la huaylía del sur en Huancavelica
De Ica subimos un poco y llegamos a la región Huancavelica. Declarada como Patrimonio Cultural de la Nación en el 2016, la fiesta de la huaylía tiene como protagonistas a las comparsas que interpretan la música y la danza en la temporada navideña. Estas son dirigidas por los capataces, quienes supervisan a los músicos.
La música y la danza de la huaylía varía de acuerdo a las situaciones de las festividades. Por ejemplo, cuando las comparsas se detienen frente a las iglesias para adorar al Niño Jesús y la Virgen María se llevan a cabo coreografías muy elaboradas y vistosas, las mismas que están acompañadas con pruebas de resistencia física, denominadas “danza” y “contradanza”.
La danza de los negritos en Huánuco
Hacia el norte se encuentra la región Huánuco, cuya danza folclórica más representativa, la de los negritos, está ligada a las festividades de la Navidad y los Reyes Magos; comprende tres momentos: la cofradía (se ejecutan coreografías en la plaza principal para que el público observe sus bailes); la adoración (los fieles expresan su devoción al Niño Jesús) y la despedida (los danzantes se quitan las máscaras e indumentaria).
Acto seguido, los negritos se abrazan y se despiden hasta el próximo año. De esta manera, durante tres semanas, la ciudad de Huánuco es un gigantesco escenario donde los danzantes muestran la belleza de sus vestuarios y sus máscaras.
Las pastoreadas navideñas en Ucayali
Al este de Huánuco se encuentra la región Ucayali, en la selva peruana. Aquí los concursos navideños datan del siglo XIX y han ido ganándose el cariño de las personas a lo largo de los años. En diciembre, niños, jóvenes y adultos suelen desfilar por las calles disfrazadas de personajes bíblicos y místicos de la selva.
Durante este recorrido, el objetivo principal es llegar al nacimiento, simulando ser alguna de aquellas personas de la época que siguió a la estrella de Belén. Así, participan comparsas encargadas de representar diversos motivos navideños, las mismas que están acompañadas de tradicionales danzas amazónicas que reflejan el espíritu festivo del advenimiento de Jesús.
Todas estas celebraciones son un ejemplo de cómo las regiones peruanas han integrado su cultura y tradiciones locales con las festividades navideñas, para ofrecer experiencias inolvidables, porque donde hay Navidad siempre habrá diversidad peruana.