Perú destaca por su creciente reconocimiento internacional como lugares para realizar actividades de turismo de aventura, según el informe “Global Adventure Tourism”, elaborado por GlobalData en enero del 2018 y difundido por Promperú.
Destinos clásicos de surf, como el norte de Perú, atraen una gran cantidad de turistas de todo el mundo, quienes buscan las mejores playas para realizar esta actividad. Estos viajeros, a través de sus comentarios en redes sociales, incentivan a visitar y explorar la región, atrayendo a más surfistas e incluso, a otros turistas que no practican surf.
Por su parte, el ciclismo se está desarrollando de tal modo que existen dos alternativas para esta actividad: el ciclismo de ruta y el ciclismo de montaña.
De acuerdo con dicho
estudio internacional, otros países que son reconocidos como destinos para el turismo de aventura son Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Egipto, China e India.
En tanto, Islandia, Turquía, Nepal y Etiopía son los destinos más populares para realizar turismo de aventura a nivel mundial.
Perfil del turista de aventura
El
informe revela también que
la mayoría de turistas de aventura en el mundo son hombres solteros, con una edad promedio entre los 32 y 35 años. Los que viajan solos representan el 17 % del total y el resto, generalmente, se traslada en grupos.
Actualmente, gracias a los avances tecnológicos y los medios digitales, estos viajeros pueden contactarse directamente con los operadores turísticos locales. Un estudio del mercado de viajes de aventura en Estados Unidos realizado por la Organización Mundial del Turismo indica que más del 70 % de los turistas de aventura de este país planifican el itinerario de su viaje por cuenta propia.
Por último,
GlobalData indica que
el turista de aventura prefiere contratar los servicios de profesionales, y a personas capacitadas como operadores turísticos, guías, instructores, entre otros. Además, está dispuesto a
aceptar una infraestructura turística limitada con la promesa de una experiencia auténtica y emocionante.
Asimismo,
este tipo de turista muestra mayores niveles de conciencia ambiental y se preocupa por el impacto que genera su visita a la comunidad local. “Es por estos motivos, que el viajero de aventura está en constante búsqueda de proveedores de turismo responsable que ofrezcan actividades de
ecoturismo”, indica la
investigación.
Experiencia de viaje
De acuerdo con la información recabada por ATTA, la cantidad de viajeros solos aumentó en 40% durante los últimos cinco años.
En ese sentido, se recomienda ofrecer a los turistas la posibilidad de sentirse como locales durante su viaje. En otras palabras, los viajeros están buscando vivir experiencias reales o cotidianas (temporalmente) en el destino. Por ejemplo, compartir con la población local, y sus costumbres, y no ser considerados como turistas ajenos al lugar que visitan.
Complementar el itinerario de viaje de turismo de aventura con actividades que beneficien la salud física y mental. Por ejemplo, visitar un Ashram (lugar de meditación hindú) o hacer yoga al aire libre son algunas de las actividades populares que complementan los viajes de los turistas de aventura.
Productos
Aumento de las caminatas al aire libre o trekking. Esta actividad, que no demanda elevadas inversiones, ofrece grandes beneficios para la comunidad local: prolonga la estadía de los visitantes, reduce su impacto ambiental, incentiva la repetición del viaje y dinamiza la economía del destino.
Incremento de los productos para mujeres viajeras que realizan turismo de aventura. En los últimos 6 años, la cantidad de empresas que brindan servicios exclusivamente a mujeres aumentó en 230%.
Impulso de alojamientos prefabricados en los lugares más alejados. Este tipo de hospedaje adapta elementos para formar estructuras que luego serán transportadas hacia su destino final, como, por ejemplo, contenedores marítimos y estructuras de madera.
De este modo, estas estructuras más básicas permiten a los viajeros pueden acercarse al entorno real de las comunidades, conocer su cultura y experimentar el ambiente que las rodea, precisa el
estudio.
(FIN) LZD/MAO