El Cristo Redentor renace. Esta monumental obra abandonada por cerca de dos décadas fue culminada y entregada a los vecinos de los barrios Cruz de la Esperanza y Simón Bolívar, en la ciudad de Chiclayo, quienes esperan convertirla en un verdadero atractivo turístico.
Las obras fueron entregadas por el acalde provincial de Chiclayo, Marco Gasco Arrobas, quien resaltó que se trataba de la culminación de un ambicioso proyecto iniciado por el exburgomaestre Arturo Castillo Chirinos, que buscaba lograr el desarrollo de una zona considerada roja y de alto riesgo.
El Cristo Redentor, en cuyo acto de entrega estuvo la exautoridad chiclayana, es una obra que se relaciona con el imaginario religioso de Perú y, en especial, de Lambayeque. Para esta región fuertemente influenciada por el catolicismo, Cristo es un símbolo de redención, perdón y protección.
La escultura, que supera los 20 metros de altura, fue edificada por el escultor Miguel Ángel Díaz en una zona urbano-marginal de Chiclayo: los pueblos jóvenes Simón Bolívar y Cruz de La Esperanza; se trataría de la segunda escultura del Cristo Redentor más grande de América, después de la de Río de Janeiro. Tiene una cisterna de agua que provee del líquido a todos los vecinos.
Símbolo de esperanza
Fue una visión esperanzadora del entonces alcalde Arturo Castillo Chirinos, quien buscaba pacificar esa convulsionada zona, proporcionando un lugar familiar y de mucha religiosidad.
Pero eso no sucedió. La llegada de nuevas gestiones municipales provocó el abandono de esta colosal obra, que se había convertido un halo de esperanza para los moradores. De pretender ser un santuario familiar, el Cristo Redentor pasó a ser un santuario de la perdición, pues fue tomado por delincuentes y adictos que en poco tiempo lo convirtieron en su guarida.
Al rescate
Ante el clamor de los vecinos, la municipalidad provincial de Chiclayo decidió rescatar esta obra. Por ello, el alcalde de chiclayano dispuso la recuperación de la estructura, y como primer paso el desalojo de los malvivientes que la ocupaban.
No fue una tarea fácil, pero con el esfuerzo de la comuna y el apoyo de los vecinos la tarea fue cumplida. Luego vino la limpieza, tarea que se logró en varias jornadas y, finalmente, se procedió a la rehabilitación de su estructura.
Baños, puestos de comercio y esculturas en relieve fueron rehabilitadas e incluso el mismo Cristo Redentor fue limpiado y ahora luce diferente. Se ha sumado una exposición artística en la que se recrea el vía crucis de Jesús, obras hechas con la intención de reunir a la familia en un recorrido interesante.
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(FIN) SDC/JOT