Junto a su esposo el doctor José Luis Solis Veliz y un equipo de investigadores sacaron adelante este proyecto en plena pandemia por el covid-19. En entrevista con la Agencia Andina, la docente principal de la UNI, señala que los textiles funcionales mejorados a través de la inclusión de nanomateriales representan buena parte de los proyectos que ha venido trabajando.
"Venimos desarrollando durante 12 años esta investigación que nació con telitas muy pequeñitas, digamos de dos por dos centímetros y ahora nosotros sabemos que la producción industrial es completamente viable" enfatiza Gómez, quien además viene trabajando con materiales funcionales que permitan obtener, por ejemplo, agua y aire de calidad.
Pero cómo esta investigadora se animó a estudiar Química en una de las universidades más exigentes del país como es la UNI y especializarse en Ciencias de los Materiales. La respuesta se remonta a su etapa escolar. En el colegio Mónica Gómez siempre fue buena en Física y Química por eso no fue raro que siga una de estas carreras en la universidad y optó por la Química en la UNI. Siempre se mantuvo entre los primeros puestos y se especializó en Ciencias de los Materiales.
Primera mujer con grado de doctora en Ciencias
Sus ganas por seguir aprendiendo la llevaron fuera del país y gracias a un convenio entre la UNI y la Universidad de Uppsala (Suecia) empezó su doctorado en Física cuando tenía 27 años. No solo se nutrió de conocimientos sino que se quedó asombrada en ese lejano país donde las mujeres y los hombres tenían las mismas oportunidades para trabajar y estudiar.
De regresó al Perú, mientras se preparaba para sustentar el doctorado Mónica Gómez sale embarazada y con su bebé en el vientre se convirtió en la primera mujer con el grado de doctora en Ciencias con mención en Física otorgado por la UNI. Todo un mérito que alcanzó en agosto del 2001 cuando tenía 30 años. Con la maternidad también llegó una serie de cuestionamientos y cuando pensaba que podía llevar una vida normal, todo eso cambió.
Para la Agencia Andina, la doctora Gómez explica lo difícil que fue para ella decidir entre su carrera de ciencias y la pequeña que venía en camino.
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"Yo no sabía qué tanto se iba a transformar mi vida y por un momento pensé que todo iba a continuar normal, iba a mantener el mismo training, el trabajo, la coordinación y la escritura de los artículos de investigación, pero cuando experimenté los movimientos de mi primera hija en el vientre ocurrió algo que estoy segura todas las mujeres vivimos y en ese momento supe que no me iba a poder desprenderme rápidamente de ella, o al menos no por un periodo tan corto como es aquí en el Perú las licencias de maternidad. Por eso decidí presentar mi carta de renuncia a la universidad y dedicarme a cuidar a mi hija", comenta la docente principal de la Facultad de Ciencias.
Una científica que estudió educación inicial
Con el apoyo de su esposo el doctor José Luis Solis Veliz, docente investigador de la UNI, pudo dedicarse a tiempo completo a sus dos hijas. Para hacer un mejor trabajo, la científica peruana decidió volver a las aulas pero esta vez para estudiar Educación Inicial, una experiencia a la que considera fabulosa.
"Lo más importante de ese proceso fue reconocer que los niños con los que uno trabajaba y específicamente mis hijas son mis maestros. En mi condición de profesora mi deber es saber guiar, con humildad observar al niño y tener la capacidad de dar amor de manera concreta. Fue muy enriquecedor esta etapa y comencé a trabajar experimentos de ciencias para niños de hecho mis prácticas pre profesionales las hice en el Inabif y fue una experiencia fabulosa", recuerda.
Así pasaron 10 años alejada de la vida académica y recuerda que todo ese tiempo algo dentro de ella le decía cuándo iba a regresar.
“Ese llamado estuvo siempre, solo que con los decibeles muy bajitos o con un tono de voz muy bajito que dentro de mí decía cuando regresas y es en ese momento luego de hacer un tiempo de colegio en casa con mis hijas hasta el cuarto de primaria decido regresar a la universidad y fue bien interesante porque un colega me dijo: vas a empezar de cero”, recuerda Gómez.
Ante un nuevo comienzo volvió con más fuerza y en el 2011 se presentó al Concurso L'Oréal por la mujer en la Ciencia, en su versión del Perú y ganó. Desde entonces empezó un trabajo duro en el desarrollo de materiales textiles funcionales y materiales, para aplicaciones energéticas y ambientales.
Programa de doctorado en la UNI
“Esto es histórico para el Perú porque es la primera vez que se están ofreciendo doctorados con pensiones mensuales de 6.500 durante tres años a los investigadores. Sabemos que la financiación es muy competitiva, a nivel de América Latina, porque son casi 1800 dólares”, resalta Gómez.
La mitad del doctorado se realizará en las aulas de la UNI, en el Perú; mientras que el tiempo restante en una institución extranjera de prestigio.
“De estos 36 meses, 18 meses el doctorante debe estar en una institución peruana de la alianza y los otros 18 meses en una institución extranjera. Durante el mes de abril el doctorante debe definir con qué universidad va a trabajar porque va a viajar 18 meses allá y tendrá la asesoría de un asesor externo y también de un asesor peruano”, explica la científica.
La investigadora agrega que si bien el programa de doctorado es con mención en Física, también pueden presentarse candidatos con perfiles que vengan de ciencias, ingeniería, mecatrónica, ingenieros ambientales, matemáticos o químicos porque el enfoque es bastante transversal y multidisciplinario. Básicamente porque las líneas de investigación están dentro del área estratégica de economía baja en carbono y resiliente al clima y específicamente hay dos aspectos adaptación y mitigación al cambio climático y energías renovables.
Asimismo es importante destacar que este programa cuenta con aliados nacionales y extranjeros en total 29 instituciones, además de cinco representantes del Estado y del sector productivo en este caso empresas mineras.
“Resalto la alianza con las empresas en ese sector, porque el Perú es un país minero y nosotros sabemos que con los resultados que tengamos de nuestros doctorantes y el trabajo de investigación que desarrollen vamos a poder dar solución a diferentes problemáticas. La investigación debe beneficiar a nuestro país”, señala.
Este año se deben otorgar las 38 becas y de las cuales debe haber un 40% de participación de mujeres, es decir de los 38 por lo menos 16 deben ser mujeres.
Finalmente hace un llamado a todas las niñas, adolescentes y jóvenes a no sentirse atemorizadas por las carreras de ciencia y vencer el miedo.
“Las carreras de ciencias podrían ser algo que nos atemorice, pero no debemos dejarnos dominar por el miedo y seguir esa esa voz interior que nos dice, mira qué interesante sería de que te desarrolles en este campo. Otro aspecto importante es reconocer lo valiosa que somos. Yo creo que es importantísimo reconocer ese valor que cada una de nosotras tiene y que muchas veces no identificamos”, concluye la científica peruana.
El primer Programa de Doctorado de la UNI fue el de mención en Física, y empezó en el año 1989.