Las especies exóticas invasoras (EEI) constituyen una de las amenazas más graves para la diversidad biológica, la seguridad alimentaria, así como para los medios de vida y la salud de la población peruana; incluso, algunos países las consideran como un riesgo más grave que el cambio climático.
Algunos ejemplos en nuestro país lo constituyen los ejemplares de liebre europea que han invadido el sur del Perú (Costa y Andes), lo cual es un creciente problema para la biodiversidad nativa y los cultivos agrícolas.
Entre los vegetales, en la región andina está la hierba kikuyo y en la selva, el helecho shapumba, ambos de origen africano, que perjudican seriamente la agricultura. En ese grupo también se encuentra el caracol africano, que afecta el ecosistema principalmente en ciudades y áreas aledañas.
“Se reproducen rápidamente, se imponen sobre las especies locales en la competencia por alimento, agua y espacio; y son una de las cinco causas principales de pérdida de diversidad biológica en el mundo, situación que se agrava en ecosistemas vulnerables”, afirmó el director general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente (Minam), José Álvarez Alonso.
Las especies exóticas invasoras que han ingresado al Perú lo han hecho por diversos medios, ya sea de modo accidental, espontaneo o de forma premeditada y conscientemente por las poblaciones humanas. Se han identificado 134 EEI de diferentes grupos animales y vegetales, así como dos especies de hongos registradas en la lista revisada por el Grupo Técnico de Especies Exóticas Invasoras de la Comisión Nacional sobre la Diversidad Biológica, en base al listado del Minam (2014).
“En un país megadiverso como el Perú, la aprobación e implementación del citado plan nacional constituye una prioridad nacional. Cobra mayor relevancia en la actual coyuntura sanitaria que se atraviesa por el covid-19, una de las invasiones biológicas de una escala sin precedentes en la historia de la humanidad”, remarcó Álvarez Alonso.