El Banco Central de Reserva (BCR) proyectó hoy que la economía peruana crecería alrededor de 3.5% en el segundo trimestre del presente año (abril-mayo-junio).
“La próxima semana se presentarán las proyecciones del año, pero para el segundo trimestre se tiene un estimado del crecimiento del PBI de alrededor de 3.5%”, manifestó el gerente central de Estudios Económicos del BCR, Adrián Armas.
Cabe indicar que el dato oficial de crecimiento del producto bruto interno (PBI) en abril de este año será publicado el próximo miércoles 15 de junio por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Mientras que el BCR presentará su Reporte de Inflación el viernes 17 de junio, con las proyecciones actualizadas de crecimiento de la economía peruana.
Adrián Armas recordó que, en marzo de 2022, la actividad económica continuó ubicándose por encima del nivel prepandemia, considerando que los sectores más intensivos en contacto humano se han venido recuperando con los avances en la vacunación masiva.
“Los datos al primer trimestre del 2022, muestran un crecimiento de 3.8%, principalmente por el avance del PBI no primario, que crece 5%, es decir, se viene observando que por el lado de la demanda interna hay un aumento importante del consumo privado”, refirió.
Indicadores adelantados
El funcionario del BCR sostuvo que los indicadores adelantados de la actividad económica de mayo del 2022 señalan que se mantiene la recuperación del consumo privado.
Adrián Armas indicó que el crecimiento de la producción de electricidad en mayo del presente año se ubicó 2.5% por encima del nivel reportado en igual mes del 2021.
En cuanto al consumo interno de cemento, señaló que se registra un aumento de 3.2% en el quinto mes del 2022, respecto a lo alcanzado en mayo del año pasado.
Asimismo, el funcionario del BCR sostuvo que la mayoría de expectativas empresariales sobre la economía peruana se mantienen en el tramo pesimista, pero se han recuperado en mayo último.
Por otra parte, Adrián Armas refirió que la actividad económica mundial se viene recuperando a un menor ritmo por la persistencia de los “cuellos de botella” de la oferta global de bienes y servicios, la reversión de los estímulos monetarios en los países avanzados, las medidas de confinamiento en China y los conflictos internacionales.
“El aumento significativo y continuo de los precios internacionales de energía y alimentos desde la segunda mitad del año pasado, acentuados por conflictos internacionales, ha conllevado a un fuerte incremento de las tasas de inflación a nivel global en magnitudes no vistas en muchos años en las economías avanzadas y de la región”, comentó.