La informalidad concebida como aquella característica de un sector productivo que no alcanza a cumplir con las normas laborales, tributarias, entre otras, resta productividad y competitividad a la economía de un país. Mayormente está asociada a la micro y pequeña empresa (mype), y si bien es una problemática global, en el Perú está presente ampliamente en casi todas las actividades económicas.
¿Por qué es importante reducir la informalidad? Paula Garda, jefa de la mesa de Perú, del Departamento de Economía de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señala que es esencial disminuirla a fin de mejorar los estándares de calidad de vida del país.
“Alrededor de la mitad del PBI del Perú lo produce el sector informal”, indicó Garda durante el foro “Informalidad versus competitividad: el camino hacia el progreso sostenible”, organizado por la Cámara de Comercio de Lima (CCL), a fin de explorar soluciones a esta problemática que afecta el desarrollo de la economía y la sociedad peruana.
Según datos del Banco Mundial, el PBI de Perú en el 2023 ascendió a 267,600 millones de dólares, con lo cual nos podemos dar una idea de la magnitud del sector informal en nuestra economía, al representar más del 50%, de acuerdo a lo señalado por la funcionaria de la OCDE. Asimismo, podemos prever el gran impacto positivo que tendría si se formalizara.
Línea de crecimiento
Garda destacó que el crecimiento económico del Perú ha sido muy importante en las últimas dos décadas, hasta el 2019. “Es decir, hasta antes de la pandemia, vemos que la línea de crecimiento económico del Perú está por encima de sus pares y los países avanzados en la OCDE”, subrayó.
“Creemos que este éxito ha sido al menos en parte gracias a un marco macroeconómico muy sólido, basado en reglas fiscales y un Banco Central independiente, en metas de inflación y un sistema financiero robusto”, detalló.
En ese sentido, tras lo señalado por la funcionaria de la OCDE, podemos inferir que una mayor formalización de los sectores productivos que están en la informalidad impulsaría el crecimiento económico del país, al incrementarse la recaudación y la protección laboral de los trabajadores.
Garda refirió que la informalidad laboral está muy expandida en el Perú. “Alrededor del 71% a fines del 2023, es de las más altas en América Latina e incluso comparando con países emergentes, detrás de India e Indonesia”, indicó.
“El fenómeno es multidimensional y por lo tanto no hay una sola reforma o política que pueda revertir la informalidad de manera sostenible, sino que se requiere una agenda de reformas, es decir, no hay una única bala de plata que pueda solucionar el problema”, dijo Garda.
Reformas estructurales
Por otra parte, señaló que se necesitan reformas estructurales en varios ámbitos, como las reformas educativas, institucionales, tributarias, de mercado y que todas estas reformas “podrían llevar a duplicar el PBI per cápita”.
El PBI per cápita del Perú, a dólares actuales, se situó en 7,789.9 al cierre del 2023, y de implementarse las reformas estructurales necesarias se superarían los 15,000 dólares al 2050.
La funcionaria de la OCDE destacó que la implementación de las reformas estructurales necesarias para incrementar el PBI, también permitirán reducir la informalidad. Garda destacó que mejorar la educación y fomentar un entorno empresarial competitivo para bajar los costos de la formalidad, contribuirán a reducir la informalidad. Asimismo, indicó que los múltiples regímenes fiscales crean incentivos para que las empresas permanezcan pequeñas, informales y con baja productividad.
A propósito de la reciente cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se realizó en el Perú, el embajador Carlos Vásquez Corrales, señaló que se logró poner “el impacto de la informalidad” sobre la agenda de este foro que agrupa a 21 economías que mueven más de la mitad del comercio global, donde se encuentran potencias como Estados Unidos, China, Japón, Australia, Canadá, entre otros.
“No fue fácil convencer a las economías APEC discutir este tema, porque muchas de ellas consideraban que la informalidad había sido erradicada de sus respectivas economías, para nosotros (Perú) era un tema capital, de interés nacional y sumamente importante”, explicó.
Unidad de apoyo
En ese sentido, indicó que se encomendó al “Policy Support Unit”, que es la unidad de apoyo a las políticas de la secretaría del APEC, un estudio sobre el impacto del sector informal en cada una de las 21 economías que conforman este bloque.
Refirió que la elaboración de ese documento se basó en otros estudios realizados por la OCDE, el BM, el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros.
“Todas las economías del APEC estaban de una u otra manera atravesadas por el fenómeno (de la informalidad), en el caso de los Estados Unidos el 8% del PBI se explicaba por la contribución del sector informal, 12% en el caso de Singapur, 26% en el caso de Corea, 40% en el caso de Tailandia, 42% en el caso de Rusia, y 59% en el caso de Perú”, dijo.
También refirió que en el caso de las economías de Australia y Nueva Zelanda, el 14% del PBI era explicado por el sector informal, atribuido “a las poblaciones indígenas”.
Agilización de los procesos
El economista y socio de Macroconsult, Elmer Cuba, advirtió que la burocracia, costos laborales, así como los regímenes tributarios complejos, desincentivan la formalización de empresas y trabajadores, generando de esta manera “un círculo vicioso” que perpetúa la informalidad.
“Se debe implementar un régimen único y progresivo para el impuesto a la renta que elimine los regímenes especiales, salvo casos específicos”, señaló Cuba.
“Éste se debe basar en las utilidades de las empresas de tal forma que haya un incentivo de deducir gastos por la planilla de los trabajadores. Esto reduciría la complejidad tributaria y facilitaría la transición hacia la formalidad”, enfatizó.
A su turno, el analista político, Carlos Meléndez, propuso la creación de “ventanillas únicas” para simplificar y centralizar los trámites de formalización, facilitando el registro de empresas y trabajadores a través de alianzas entre la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) y el Banco de la Nación (BN).
También, planteó la elaboración del “Registro Nacional de Trabajadores Independientes (RNTI)”, de modo tal que permita a los trabajadores independientes acceder a capacitación, seguridad social y financiamiento, fomentando así la formalización.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Roberto de la Tore, refirió que la informalidad alcanza a más de 8.2 millones de unidades productivas de las cuales 5.5 millones son no agropecuarias; y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que este fenómeno erosiona la confianza en las instituciones, socava el Estado de derecho y generan altos costos al sistema de protección social.
“Ciertamente, estas condiciones dificultan la inversión privada y la innovación de elementos clave para mejorar la competitividad del país”, manifestó De la Tore.
Datos
- En el período julio 2023 - junio 2024, la informalidad laboral afectó al 71.1% de la población ocupada, con mayores tasas en el ámbito rural (94.3%) que en el urbano (65.6%), de acuerdo a la Encuesta Permanente de Empleo nacional del INEI
- De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a mediados del año pasado, el Perú registró el segundo mayor índice de informalidad de la región de América Latina, con el 73.6%, detrás de Bolivia que tenía 80.8%, detalla el presidente de la CCL.
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