En 1985 el Papa Juan Pablo II arribó al Perú y días previos al 3 de febrero en la ciudad de Paucartambo la ilusión y emoción se entremezclaron en los rostros de los fieles católicos, pues su santísima Madre Virgen Del Carmen iba a ser coronada por el ahora Santo Padre.
Gerardo Villalba, antiguo Maqt’a “joven mozo danzarín”, recuerda como si fuera ayer que, en las callecitas que abrían a las casonas de aquel hermoso villorrio, no había otro tema de conversación que la llegada de Karol Józef Wojtyla “todos se alistaban, se hacían últimas reuniones”, afirmó a la Agencia Andina.
Los hijos de Paucartambo cruzarían el Puente Carlos III, tomarían la antigua trocha carrozable, llevarían en anda y a pie la sagrada imagen de la hermosa mamita de Carmelo, unos cincuenta vehículos, como nunca antes se juntarían para el peregrinaje de una gran multitud a la ciudad del Cusco.
La comunidad, que cada julio celebra a la Virgen, desde tiempos remotos, llevaría consigo sus costumbres y tradiciones “la ciudad del Cusco por primera iba a ver y conocer nuestros usos y costumbres”, relataba, en referencia aquella exquisita forma de las celebraciones religiosas y ancestrales.
En las comunidades se aglomeraron sus habitantes, ascendieron a la carretera y otros descendieron agitados, formaron arcos con flores que recogieron en el camino, sus autoridades y personalidades daban la bienvenida regocijados en su fe, algunos se quedaron al cuidado de sus hogares, el resto se sumó a la multitud.
“Nos esperaban ansiosos para saludar a la Virgen, todo el pueblo de Paucartambo iba a la coronación, en la bajada a Huambutío (cercanías a Cusco), se contó 48 camiones en los que viajábamos”, recuerda Pío Zavaleta, antiguo Maqt’a, que en 1985 superaba los 13 años “lo recuerdo como si fuera ayer”, agrega emocionado.
Los distritos de Saylla, San Jerónimo y San Sebastián por el que atraviesa la gran vía de ingreso a la ciudad Imperial también mostraba a sus fieles. Pío afirma que eran días lluviosos, pero que nada impedía que la Mamita arribe a los espacios del Seminario de San Antonio Abad, ahora lugar donde se edificó un gran centro comercial.
“Nos esperaban con emoción, nos daban ganas de llorar, para mí es un recuerdo bien grande. Entonces llegamos a San Antonio, nos alojó a todo el pueblo que llegó con sus cueritos (piel de oveja para pernoctar), con lo que tenían de acuerdo a sus posibilidades”, explica.
La madrugada del 3 de febrero enrumbaron a la explanada de Sacsayhuaman, la ciudadanía cusqueña, sus representantes de la Iglesia Católica, autoridades, dirigentes, acompañaron, ascendieron a Sacsayhuaman, tomaron el espacio Inca “para la gente no hay frío, no había lluvia, hambre, nada; ver a la Virgen para ser coronada era una emoción inmensa”, explicaba.
Las danzas típicas de Paucartambo daban color, los Q’apaq Chuncho custodiaban a la Virgen, y si acaso entre los Maqt’as alguno de sus integrantes sentía frío, un Yawarunu o enfrentamiento con huaracas o lazos a piernas descubiertas, los recomponía.
“En plena lluvia llegamos a Sacsayhuaman, yo era un Maqt’a, un cholo, un ch’ila o rudo, y en eso toca un Yawarunu, nosotros que estuvimos templando nos dimos un latigazo, dentro de la máscara dan ganas de llorar, pero fue la emoción”, relata que aquella escena incluso calentó a los concurrentes, que no cesaron en aplaudir.
Después de aquel humilde gesto que se aprecia en lo alto de Sacsayhuaman, al Papa ante la Virgen Del Carmen, y la bella corona sobre ella, el retorno fue quizá más exultante, era el mayor reconocimiento que Paucartambo “la tierra bendita” había logrado a su, fe, devoción, y amor a una linda imagen.
Aquellos pasajes que los vecinos de Paucartambo atesoran, se rememora cada año en una celebración que ayer se vivió ante la masiva concurrencia de fieles al Templo Colonial de la Virgen del Rosario, monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, arzobispo de Cusco, pese a su delicado estado de salud, ofició una misa por los 40 años de la coronación.
A la cita llegaron los monseñores Pedro Ricardo Barreto Jimeno y Lizardo Estrada Herrera y los Párrocos Hernán Soncco Pineda, Mijael Enriquez Huamaní, los priostes de la danza K’achampa, los priostes del cargo mayor de la Virgen del Carmen 2025, la alcaldesa Miriam Hancco, danzantes y fieles devotos.
Luego la imagen de la Virgen del Carmen salió en procesión por las calles y plaza de Paucartambo, recibió un homenaje en la puerta del palacio municipal, le reiteraron ser la alcaldesa vitalicia de Paucartambo. El acompañamiento fue con música, cantos, rezos y oraciones. Consiguientemente retornó a su altar.
“Me deja una impresión muy profunda. Me llevo fuerte dosis de esperanza porque veo que en Paucartambo se quiere a la Virgen María, se quiere conservar esta profunda religiosidad, no tiene comparación con otros lugares, por eso es Paucartambo no solamente es Patrimonio Cultural sino también Patrimonio Religioso”, afirmó a la Agencia Andina monseñor Pedro Barreto.
Por último, recordó que el Papa San Juan Pablo II dejó un mensaje “de paz, esperanza, y dijo que los pobres tienen que estar muy bien cuidados en el Perú, que crezca el hambre de Dios y que decrezca el hambre de pan”.
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(FIN) PHS/MAO
Publicado: 4/2/2025