Las provincias de La Mar y Huanta, región Ayacucho, se encuentran en emergencia por las lluvias intensas que se registran en estas jurisdicciones, en especial, en los distritos ubicados en el ámbito del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
En el centro poblado de Rosario, en el distrito de Ayna- La Mar, más de 100 familias corren el riesgo de quedar incomunicadas por el inminente
colapso del puente peatonal que conecta con otras comunidades aledañas.
Algo similar sucede en la localidad de San Martín (distrito de Ayna) donde el desborde del río Apurímac afectó las plantaciones de cacao e inundó viviendas de material rústico, al igual que viveros, por lo que la población solicitó la pronta intervención de la municipalidad.
Los daños en las vías de comunicación, asimismo, se reportaron en la comunidad de Las Palmeras, en Ayna, en el tramo Serenachayocc cerca a San Francisco.
Por su parte, el
desborde del río Challhuamayo, en el distrito de Tambo- La Mar, dejó seis viviendas y un puesto de salud inundadas por las
lluvias intensas; por ello, personal de Defensa Civil se encuentra sistematizando la información de los daños. Los principales cultivos como papa o maíz también se vieron afectados.
En este mismo distrito, el rebase del río Vicus afectó el proyecto invernadero en el centro poblado que lleva su mismo nombre. Los más perjudicados con las inclemencias climatológicas son los pobladores, quienes viven de la agricultura y ganadería.
En el distrito de Patibamba, en La Mar, alrededor de 3000 plantas de palta fueron arrasados por el incremento del caudal del río Torobamba que ingresó a los campos agrícolas en la comunidad de Misquibamba.
De igual manera, las precipitaciones pluviales provocaron la caída de rocas y piedras en la carretera Challhuamayo- San Francisco, en la ruta hacia el Vraem.
En tanto, el pase de vehículos aún es restringido en Tutumbaru (distrito de Sivia- Huanta) debido a los deslizamientos de tierra o derrumbes que de manera sistemática bloquean la carretera.
Las lluvias aún persisten en los últimos días, afectando los caminos vecinales, las plantaciones y casas de decenas de familias que habitan en una zona de alto riesgo por la activación de quebradas.