El huracán Ernesto alcanzó las Bermudas, donde tocó tierra a las 08H30 GMT, acompañado de fuertes lluvias y vientos que pueden alcanzar los 137 km/h, según el centro nacional de huracanes (National Hurricane, Center NHC).
Unos 26.000 hogares están sin electricidad, más de 70% de las casas en este territorio de 64.000 habitantes, anunció Belco, la empresa de electricidad de este archipiélago británico situado a lo largo de la costa este de Estados Unidos.
El fenómeno "debería provocar importantes inundaciones costeras en Bermudas en las zonas donde haya viento de tierra. Cerca de la costa, la onda de tormenta será acompañada de olas importantes y destructivas", advirtió antes el NHC.
Las ondas de tormenta ocurren cuando el viento y la presión atmosférica empujan el agua hacia las costas, provocando olas muy altas y un aumento del nivel del océano.
Clasificado como de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson que va hasta 5, el huracán podría provocar hasta 225 mm de lluvia en algunas zonas del archipiélago situado a más de 1.000 km de la costa este estadounidense.
"Estas precipitaciones podrían provocar crecidas repentinas (de cursos de agua) poniendo en riesgo la vida de los habitantes, en particular en las zonas de baja altitud de la isla", declaró el NHC.
Como medida de prevención, los habitantes tapiaron sus casas e hicieron reservas de alimentos.
Algunas rutas fueron cerradas el viernes y los servicios de ómnibus y ferry fueron suspendidos. El aeropuerto internacional L.F. Wade señaló que permanecerá cerrado hasta el domingo.
"No es una tempestad que deba tomarse a la ligera", advirtió el ministro de Seguridad Nacional, Michael Weeks, luego de una reunión de responsables de situaciones de emergencia el viernes, según el diario The Royal Gazette.
"Tomen todas las precauciones necesarias para proteger su vida y sus bienes. Permanezcan en el interior (de sus casas), a salvo", añadió.
Esta semana Ernesto provocó fuertes lluvias en Puerto Rico, donde dejó a 600.000 personas sin electricidad.
Según la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la temporada de huracanes de este año en el Atlántico -que va de junio a noviembre- se presenta agitada, ya que la elevada temperatura oceánica aumenta la intensidad de estos fenómenos.