La arqueóloga Ruth Shady Solís, directora de la Zona Arqueológica Caral y Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura, destacó la relevancia de la arqueología para comprender y recuperar la historia social del antiguo Perú que nos permita entender cómo se gestionaron distintos territorios, cada uno con sus particularidades.
La investigadora, que participó como ponente en el XI Congreso Nacional de Arqueología que se realizó hace unos días en la ciudad de Lambayeque, enfatizó que el estudio arqueológico no solo ofrece descripciones y caracterizaciones, sino que también fomenta la reflexión, mejora la autoestima y revela que nuestras sociedades no carecieron de planificación. “Hemos sido un pueblo organizado, y la forma de vida variaba en cada asentamiento, dependiendo de las condiciones de vida y otros factores”, agregó.
Shady advirtió también sobre la escasa evolución de la arqueología peruana en su contribución a las políticas de Estado. “Para que la arqueología tenga una perspectiva que promueva cambios en el país, necesitamos reflexionar sobre nuestra identidad en muchos aspectos. Sin embargo, enfrentamos limitaciones, como la reducción de presupuesto y la falta de personal”, comentó en declaraciones a la Agencia Andina.
La reconocida investigadora peruana lamentó que, a pesar de los esfuerzos en Caral, los recursos disponibles son limitados, lo que ha llevado a la inactividad de algunos sitios arqueológicos y a la salida de varios profesionales del campo. “Hemos perdido a 80 trabajadores que se quedaron sin empleo, muchos de ellos del área rural. A pesar de ello, tenemos un programa con una visión integral para comprender cómo se vivió y manejaron los recursos en el pasado, y cómo esto puede ayudarnos a reflexionar sobre los cambios necesarios en el presente”, explicó.
Shady enfatizó que es fundamental fortalecer la autoestima de las nuevas generaciones para que se identifiquen con su historia y contribuyan al bienestar de sus comunidades. “No podemos permitir que se abandonen los territorios ni que se pierdan los conocimientos sobre el manejo adecuado de los recursos. A pesar de ser un país rico en recursos, debemos aprender a gestionarlos correctamente”, sentenció.
Amenazas al sitio arqueológico Caral
La arqueóloga remarcó su denuncia de amenazas que enfrenta el sitio arqueológico de Caral por parte de traficantes de tierras. “En el XI
Congreso Nacional de Arqueología en Lambayeque, presentamos Áspero, la ciudad pesquera que complementaba los asentamientos del valle mediante el intercambio de productos agrícolas y pesqueros. Sin embargo, hoy enfrentamos una alarmante tasa de anemia infantil, que supera el 40%. ¿Cómo es posible que esto ocurra si en el pasado se consumía pescado diariamente?”, cuestionó.
Shady destacó que la anchoveta, un recurso abundante en el pasado, ahora se exporta a países como China y Corea, mientras que en Perú se ignoran sus propiedades nutricionales. “Hemos trabajado con especialistas para comparar las propiedades de los pescados y su beneficio para combatir la anemia, pero nos falta una visión de desarrollo integral”, agregó.
La especialista advirtió que la falta de interés en preservar nuestra herencia cultural está llevando a la venta indiscriminada de tierras donde se ubican vestigios arqueológicos. “Casi el 50 % de Caral ha sido lotizado y vendido, a pesar de que está inscrito en la Sunarp. Se engaña a la gente con registros falsos, permitiendo que una inmobiliaria, llamada Muñoz, lotice el área arqueológica”, denunció.
Shady criticó la desidia de las autoridades competentes, afirmando que el país no está aprovechando adecuadamente sus vastos recursos. “Desde 1960, Lima ha crecido de un millón 200,000 a cerca de 13 millones de habitantes, pero las condiciones para todos ellos son insostenibles. El 70 % de los campos agrícolas que nuestros antepasados acondicionaron se han perdido, y también estamos perdiendo recursos marinos, que son fundamentales para nuestra economía”, apuntó.
Caral y la Educación
Por último, la investigadora mencionó la implementación de un programa, en colaboración con el sector Educación, denominado “Caral en la Escuela”. “Dado que no recibimos apoyo de los ministerios, hemos creado este programa que lleva a los estudiantes a los sitios arqueológicos y los hace reflexionar sobre el desarrollo de civilizaciones pasadas. Estamos trabajando en doce asentamientos para inspirar a los jóvenes a organizar sus comunidades y contribuir al desarrollo sostenible”, concluyó Ruth Shady.