Por Ernesto CarlínDespués de recorrer varios festivales del sétimo arte, llega a la cartelera comercial del Perú la película Érase una vez en los Andes, del ayacuchano Rómulo Sulca. El filme genera expectativas luego de su buen documental Teloneras, en el que retrataba a las cantantes de música folclórica de Huancayo, ciudad donde el realizador creció.
En conversación con el Diario Oficial El Peruano, Sulca contó que la historia de la película nació de varias lecturas y experiencias personales.
Inspiración
“En el colegio nos enseñaban sobre la Guerra del Pacífico y nos quedaba la imagen del chileno como enemigo. Luego leí novelas y cuentos que me proporcionaron otro punto de vista”, cuenta Sulca.
Uno de estos materiales de lectura que le dieron mayor perspectiva es el cuento Los moribundos, de Julio Ramón Ribeyro. En este se relata cómo, después del conflicto con Ecuador de 1941, en una casa de Paita se cuida a dos soldados moribundos que no se saben de qué nacionalidad son, pero que entre ellos hablan en quechua mientras los anfitriones solo son hispanohablantes.
Otro hecho que le motivó a filmar esta película es que en el valle del Mantaro encontraba a varias personas que se apellidaban Soldado, Chileno o palabras así de singulares. La explicación a la que arribó es que eran descendientes de las tropas invasoras en el siglo XIX.
Entonces,apostó por narrar una historia que rompiera con la imagen inculcada desde el colegio y explorara la relación de dos personas que se enamoran en un contexto muy complicado como es una guerra. A ello se sumaba la barrera lingüística, pues tanto el personaje femenino –una campesina de la zona llamada Margarita, interpretada por Maribel Baldeón Canchari– y el masculino –un soldado desertor chileno de nombre Lautaro, encarnado por el actor de Valparaíso Juan Cano– hablan diferentes idiomas: el quechua y el español.
Otro dato interesante de la filmación es que los trabajos se iniciaron en plena pandemia. El casting para el papel del extranjero se hizo de forma virtual por la imposibilidad de hacerlo presencial.
“Creo que me ayudó que en esa época estaba con el pelo largo y con algo de barba”, confesó Juan Cano al Diario Oficial El Peruano.
El intérprete señaló que le interesó desde el inicio la trama que había pergeñado Rómulo Sulca. Para construir su personaje efectuó su propia investigación.
De acuerdo con lo que relató el artista, descubrió que en la prensa de su país se narraban muchos casos de soldados que se perdían en los Andes peruanos en las expediciones que su ejército emprendía.
La otra historia
Cano refirió que mientras revisaba esta información, al igual que Sulca, descubría que en el colegio tampoco se le había contado varios aspectos de ese conflicto bélico.
Por ejemplo, descubrió, dice, que un buen porcentaje de la tropa chilena enviada a pelear eran muy jóvenes, algunos casi niños.
También que no sabían los objetivos de sus acciones, ni los riesgos de las órdenes que recibían de sus superiores.
Comentó que un aporte que le permitió Sulca darle a su personaje fue un toque de ternura casi infantil.
Sobre el rodaje de la película refirió que apenas llegó al lugar de rodaje se hizo amigos de todo el equipo y se sintió como en casa. Incluso, antes de empezar a grabar jugó fulbito con niños del lugar.
Sin embargo, cuando comenzó a filmar sufrió soroche y sus escenas malherido salieron muy naturales.
“Le dio de todo. Pero eso ayudó mucho para que esté delante cámara. Casi ya no tenía que actuar”, relata un poco en broma el director Rómulo Sulca.
Cano añadió que por suerte tuvo una enfermera para todo el rodaje que lo ayudó a hacer más llevadera su estancia en altura. También confiesa que llegó a aprender unas palabras en quechua.
La historia en el cine
La Guerra del Pacífico es un período poco tocado en la filmografía peruana. Sin embargo, sí hay películas dedicadas a ella.
Por ejemplo, hace diez años se estrenó Gloria del Pacífico, de Juan Carlos Oganés, en la que se cuenta la gesta de la Batalla de Arica.
El cine de época se ha centrado en los últimos años sobre las décadas de 1980 y 1990, en especial tocando el tema de la lucha contra el terrorismo.
Como curiosidad, Érase una vez en los Andes tuvo su avant premiere la semana pasada en Huamanga junto con otra película de época, pero ambientada en tiempos en que Sendero Luminoso causaba sufrimiento en inocentes: Tatuajes en la memoria.
Este año también se estrenó un filme, el primero hecho por una pucallpina, describiendo la selva peruana en la década de 1950: Islandia, de Ina Mayushin.
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(FIN) DOP/RES
Publicado: 5/9/2024