El papa Francisco habló por teléfono con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, el segundo católico que llega a la Casa Blanca después de John F. Kennedy, para darle sus "felicitaciones y bendiciones", informó el equipo de transición del futuro mandatario demócrata.
"El presidente electo agradeció a Su Santidad por extenderle sus bendiciones y felicitaciones y señaló su aprecio por el liderazgo de Su Santidad en la promoción de la paz, la reconciliación y los lazos comunes de la humanidad en todo el mundo", según la declaración emitida por la oficina de Biden.
Biden "expresó su deseo de trabajar juntos sobre la base de una creencia compartida en la dignidad y la igualdad de toda la humanidad en temas como el cuidado de los marginados y los pobres, abordar la crisis del cambio climático y acoger e integrar a inmigrantes y refugiados en nuestras comunidades".
El exvicepresidente de Barack Obama, de 77 años, es el segundo católico elegido a la presidencia de Estados Unidos después de John F. Kennedy en 1960.
"Restaurar el alma de Estados Unidos"
Durante una tensa campaña electoral contra el presidente Donald Trump, Biden citó al papa Juan Pablo II, invocó con frecuencia sus raíces católicas irlandesas y se comprometió a "restaurar el alma de Estados Unidos" después de cuatro años de profundas divisiones.
El presidente electo lleva regularmente un rosario que pertenecía a su hijo Beau Biden, fallecido de cáncer cerebral en 2015.
El propio papa Francisco ha tenido relaciones tensas con Trump. A principios de 2019, calificó el proyecto del muro del magnate reublicano en la frontera entre Estados Unidos y México como una "locura".
En febrero de 2016, cuando Trump buscaba convertirse en el candidato presidencial de su partido, el Papa dijo durante una visita a México que alguien que piensa en construir muros en lugar de puentes "no es cristiano".
Trump respondió con una declaración hiriente en ese momento: "Que un líder religioso cuestione la fe de una persona es una vergüenza", dijo.
En 2015, el papa Francisco se reunió con el entonces vicepresidente Biden en Washington cuando el sumo pontífice pronunció un discurso en el Capitolio de Estados Unidos ante el pleno del Congreso.