El Día del Campesino es una efeméride muy importante en el Perú porque rinde homenaje a quien hace posible que nuestra población cuente con alimentos para su supervivencia. ¿Por qué se celebra el 24 de junio?, ¿Por qué los productores agropecuarios son protagonistas de la agricultura familiar?, ¿Cómo contribuyen los hombres y las mujeres del campo a la seguridad alimentaria y a la diversidad productiva agropecuaria?
Día del campesino
El Día del Campesino, como tal, fue instaurado el 24 de junio de 1969, durante el gobierno del general Juan Velasco Alvarado, en el marco de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria.
El antecedente más próximo de esta efeméride se encuentra en el llamado Día del Indio, que se celebraba el 24 de junio y que fue establecido por el gobierno de Augusto B. Leguía, a través de un decreto supremo promulgado el 23 de mayo de 1930.
Esta fecha fue elegida debido al significado que tuvo para la sociedad inca el solsticio de invierno en el hemisferio sur, cuando se produce la máxima declinación del sol, y era el momento para adorar al sol, llamado Inti en quechua, para implorarle que retorne con más energía para garantizar un año de buenas cosechas.
Esta petición colectiva encabezada por el propio inca y los sacerdotes, seguidos por el ejército imperial y la población en su conjunto, se expresaba mediante el
Inti Raymi, la fiesta más importante del calendario jubilar incaico que, en la actualidad, es la celebración con mayor relevancia de junio, el mes festivo del Cusco.
Importancia del Día del Campesino
Como país agrícola, el Día del Campesino posee una gran trascendencia cultural, histórica y social para el Perú, dado que la agricultura fue la mayor actividad en la economía de nuestros antepasados.
En la actualidad, la agricultura es el sector que genera mayor cantidad de mano de obra y el que define grandes proyecciones para el crecimiento económico del país a través del trabajo de los hombres y mujeres que laboran en el campo y que buscan hacer el futuro con su esfuerzo.
Hoy en día, en un mundo globalizado y con la apertura de mercados, los hombres y mujeres del campo han mejorado su capacidad emprendedora a través de la asociatividad y la aplicación de mejores tecnologías que les permita incrementar el rendimiento de sus cultivos y mejorar la presentación y venta de sus productos.
Hogares agropecuarios
Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) en las regiones Cajamarca, Puno, Cusco y Piura se concentra el mayor número de hogares agropecuarios y juntas agrupan el 40 % del total nacional.
Del total de hogares agropecuarios, el 85 % de ellos es conducido por hombres y el 15 % por mujeres.
Potencialidades de la agricultura
El Perú es una de las naciones privilegiadas en la producción de alimentos debido a la diversidad de sus pisos ecológicos y microclimas, que le otorgan a nuestro país la ventaja de poder cultivar productos durante todo el año y ofrecer al mundo nuestros productos.
La disponibilidad de aguas fluviales y subterráneas para el desarrollo de sistemas de riego tecnificado permiten campañas agrícolas todo el año. A ello hay que sumar las qochas o reservorios altoandinos, abastecidos con agua de lluvia durante la temporada de precipitaciones, que están permitiendo contar con disponibilidad del líquido vital el resto del año para los terrenos de cultivo, el ganado y el consumo de los propios agricultores.
La abundancia de recursos naturales convierte al Perú en un banco genético natural para la humanidad y cuenta con 5,5 millones hectáreas de tierras cultivables con un enorme potencial para cubrir la demanda del mercado interno y externo.
Según el Midagri, aproximadamente el 84 % de los productores agrarios peruanos tiene como propiedad rural un terreno de menos de diez hectáreas.
La mayoría de los productores agropecuarios se dedican a la pequeña agricultura con fines de subsistencia y autoconsumo para cubrir las necesidades de su familia y estas se ubican, principalmente, en las zonas altoandinas.
Por otra parte, el campo es uno de los sectores productivos de mayor generación de empleo a nivel nacional, debido que concentra el 28 % de la Población Económicamente Activa (PEA), y por tanto es la fuente básica de ingresos de las familias rurales.
La agricultura familiar en Perú y los campesinos
La Política Nacional Agraria del Perú considera a la agricultura familiar como eje y base de todo su sistema agroalimentario, que permite alcanzar el objetivo de lograr una dieta saludable, producida eficientemente, que no produce daño al medio ambiente y es accesible para todos. Asimismo, tiene un importante papel socioeconómico y cultural.
En ese sentido, dicha política resalta el empoderamiento de la mujer rural debido al rol central que desempeña en la seguridad alimentaria y la agricultura familiar. En Perú suman más de 3 millones de personas dedicadas a la agricultura familiar, según el Midagri.
También es fundamental el papel que desempeñan las comunidades campesinas y nativas, que conducen grandes extensiones de territorio biodiverso y son depositarias de los conocimientos y tecnologías ancestrales.
La Política Nacional Agraria busca la aplicación de fundamentos agroecológicos en la producción agrícola, la innovación agrícola y la tecnología como herramientas esenciales que contribuyan con el incremento de la productividad de los hombres y las mujeres del campo.
El campesinado y la seguridad alimentaria
Los hombres y mujeres del campo son protagonistas en la agricultura familiar, que cumple un papel clave en la lucha por la erradicación del hambre y la pobreza, en la nutrición de la población, así como para mejorar las condiciones de vida, la gestión de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y lograr el desarrollo sostenible, en particular en las zonas rurales.
Como herederos de conocimientos ancestrales, los hombres y mujeres del campo aplican esa sabiduría en el manejo de las siembras y cosechas, garantizando que se conserve para seguir produciendo variedades de papa, camote, olluco, mashua, arracacha y otros tubérculos; quinua, kiwicha, cañihua y otros cereales andinos; ajíes, legumbres, hortalizas, frutales, especias y muchos otros cultivos que son fundamentales para la alimentación de la población y también para la economía de los productores agropecuarios.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura familiar incluye todas las actividades agrícolas de base familiar y se relaciona con varios ámbitos del desarrollo rural. La agricultura familiar es una forma de clasificar la producción agrícola, forestal, pesquera, pastoril y acuícola gestionada y operada por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar, incluyendo tanto a mujeres como a hombres.
Tanto en países en desarrollo como en países desarrollados, la agricultura familiar es la forma predominante de agricultura en la producción de alimentos.
Para la FAO, a nivel de cada país hay varios factores clave para un desarrollo exitoso de la agricultura familiar, como las condiciones agroecológicas y las características territoriales, el entorno normativo, el acceso a los mercados, el acceso a la tierra y a los recursos naturales, el acceso a la tecnología y a los servicios de extensión, el acceso a la financiación, las condiciones demográficas, económicas y socioculturales, o la disponibilidad de educación especializada, entre otros.
Los objetivos y lineamientos estratégicos establecidos en la Política Nacional Agraria buscan contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional en el Perú. En este sentido, se reconoce la importancia del incremento de la productividad para contribuir al desarrollo del sector, considerando las necesidades de alimentación de las poblaciones futuras por atender.
(FIN) LZD/MAO
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