Según estudios comparados, la pena de muerte no ha tenido un efecto disuasivo y contribuyó a reducir la criminalidad en los países en los cuales ha sido aplicada, reveló el exprocurador anticorrupción José Ugaz.
“¿Para qué sirve la pena de muerte? Hay estudios comparados que demuestran, sin duda alguna, que no es disuasiva y más bien en países con alto margen de error judicial esto se convierte en un drama irreversible”, dijo en declaraciones a Ideeleradio.
Por ejemplo, en el caso del Perú, consideró que, si se hubiera aplicado la
pena de muerte para casos de terrorismo,
al menos 800 personas inocentes hubieran sido ejecutadas.
“Si hubiera habido pena de muerte para terrorismo (…) más de 800 peruanos hubieron sido ejecutados con la pena de muerte y, después, hubiéramos tenido que ir a pedirle perdón a su familia por un error judicial”, señaló.
Recordó que el gobierno de Alberto Fujimori indultó a inocentes, luego de un análisis realizado por la Comisión Ad-Hoc de Indultos para casos de personas injustamente detenidas por terrorismo y traición a la patria, que presidió el desaparecido sacerdote Hubert Lanssiers.
Al advertir que este tema es debatido en forma periódica en el país, Ugaz no descartó que esta propuesta en realidad esconda otros fines, tal vez políticos.
Sectores del Congreso se pronunciaron a favor de aplicar la pena de muerte para casos de violaciones de menores de edad. La propuesta recibió el respaldo en la víspera del ministro de Justicia,
Enrique Mendoza.
Aplicar la pena de muerte en el Perú obligaría a modificar la
Constitución, que establece esa sanción para traición a la patria en caso de guerra, y a denunciar tratados internacionales suscritos por el Estado peruano.
(FIN) CCR
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Publicado: 30/10/2017