El Perú que encontrará el Papa Francisco en su visita de enero próximo será diferente al que recibió a Juan Pablo II años atrás, porque ahora es una nación relativamente pacificada tras la derrota del terrorismo, aunque aún haya algunos riesgos.
Esta afirmación la hizo a la Agencia Andina el general (r) PNP Marco Miyashiro, actual congresista y uno de los artífices de la derrota del terrorismo y de la pacificación del Perú a inicios de los años noventa.
Anotó que, si bien el Perú vive en relativa calma, siempre existe un riesgo potencial con la visita de una figura ilustre, en este caso el Sumo Pontífice, por lo que nunca se debe bajar la guardia.
Miyashiro consideró que, en comparación con lo que encontró en las dos visitas que hizo al Perú el Papa Juan Pablo II, hoy nuestro país está en una situación mucho mejor en el tema de la violencia terrorista.
En esos tiempos (años 1985 y 1988, primera y segunda visita papal al Perú) las alertas de inteligencia nacional e internacional estaban al máximo pues el terrorismo de organizaciones criminales como Sendero Luminoso y el MRTA arreciaban en el país.
"Hoy todo es distinto pero igual debemos actuar con cautela y prudencia sin bajar la guardia", remarcó.
Cabe recordar que al término de su segunda visita al Perú, el Papa Juan Pablo II dijo ante el entonces presidente de la República Alan García, que no podía silenciar el dolor que le causaba apreciar el nivel de violencia que había en el país, por los atentados y crímenes que sembraban muerte en nuestro país.
"La violencia, venga de donde venga, engendra más violencia y no es el camino adecuado para la verdadera justicia", fue lo último que dijo Juan Pablo II en suelo peruano, al despedirse para no volver.
(FIN) ART/RRC