El Perú tiene grandes reservas de cobre y el ingreso de operaciones del Puerto de Chancay asegurará mejoras para el envío de minerales, materias primas y bienes con valor agregado.
El Perú, al igual que otros países de la región, tiene un bajo nivel de deuda respecto a su producto bruto interno (PBI). ¿Cómo ubica ese indicador a nuestra economía en el plano internacional?
El Perú tiene atributos muy buenos que proyectar al escenario económico internacional. Uno de ellos es que tiene a uno de los mejores banqueros centrales del mundo, que supo anticipar el problema de la inflación con una política monetaria restrictiva temprana, la cual permitió devolver la inflación a tasas cercanas al 2% y que, probablemente, le permitirá seguir abaratando el costo del dinero en los próximos años.
Tienen una economía que crece en torno al 3% y que, posiblemente, el año que viene vuelva a expandirse a ese ritmo, con una tasa de desempleo realmente baja, con un endeudamiento en 33.4% del PBI, alejadísimo de lo que es normal en Europa, Estados Unidos o Japón.
Les diría que, en este momento, el Perú goza de un nivel de calidad económica que está lejos no solo de la región, sino también de las economías desarrolladas del mundo, como la Zona Euro, Estados Unidos, Japón y Reino Unido.
¿Ello nos ubica mejor como país para generar un entorno estable para las inversiones?
Creo que la ventaja de tener un nivel de deuda tan bajo permite, por ejemplo, en un entorno de crisis, contar con una reserva que se puede utilizar, sin exceder niveles que pueden ser contraproducentes en el largo plazo. El hecho de trabajar con normalidad cuando no hay necesidad es una virtud para desarrollar músculo financiero y utilizarlo, si fuera necesario, para sacar al país de una coyuntura compleja.
Además, tienen una capacidad importante para exportar materia prima, con minerales como el cobre, oro, entre otros; que cada vez cobran mayor relevancia en un entorno en el que se busca la transformación de la economía hacia un modelo más verde y de cuidado con el medioambiente.
En este caso, ¿cómo podría aumentar la demanda del cobre en los próximos años?
El cobre juega, ahora mismo, un papel fundamental en la economía global, pues no hay suficiente cobre en el mundo para llevar a cabo esa transformación de la economía a modelos más sostenibles. Esa es una importante ventaja del Perú por el volumen de sus reservas. Pero no solo es importante tener el recurso, sino también distribuirlo, llegando a los mercados de destino en buenas condiciones. En este caso es destacable la construcción del
Puerto de Chancay, que facilitará, justamente, las exportaciones.
La primera etapa del Puerto de Chancay se inaugurará en noviembre, ¿cómo aportaría al desarrollo económico del país?
No solo impulsará las exportaciones peruanas a los mercados del Asia, sino también los envíos de los países latinoamericanos que buscan mejores vías para llegar a sus mercados de destino en mejores condiciones y, sobre todo, en menor tiempo.
El impacto de esta nueva infraestructura será similar a lo que, en su momento, fue la inauguración del Canal de Panamá como un facilitador del comercio internacional. El Puerto de Chancay convertirá al Perú en un punto de origen desde el cual se exportará materia prima desde el cono sur de América hacia los países asiáticos.
¿La transformación económica global favorecerá la demanda del cobre en los próximos años?
La transformación del modelo económico que se está promoviendo en el mundo va a demorar décadas. Ello implica que el Perú tiene en el cobre un producto para el que habrá una demanda estructural que es sostenida. Ello, salvo que apareciese una alternativa mucho mejor a los paneles solares o a los coches eléctricos, que pudiera cambiar la necesidad de importar cobre.
Mientras no ocurra eso, el potencial de comercio exterior del cobre con las grandes potencias económicas estará presente y eso, para un país como el Perú, genera estabilidad y crecimiento económico, es muy importante. Lo que deben hacer los gobiernos es brindar estabilidad jurídica y la confianza al inversionista. Los inversionistas no quieren entrar en aquellas economías en las que no se respetan las reglas de juego, lo que ocurrió con Argentina en las últimas décadas.
Escenario
Gil considera que la economía global presenta un entorno en el que se está apuntalando el crecimiento en el presente con deuda, lo que pareciera ser la nueva norma. Comentó, por ejemplo, que Estados Unidos tiene una de las economías más sólidas, pero con un déficit fiscal superior al 6%, una tasa que en la historia de ese país solo se utilizaba para combatir recesiones económicas.
“El hecho de que ahora nos hayamos acostumbrado a estimular la economía cuando realmente no hace falta da una muestra de cómo ha cambiado el ciclo económico durante los últimos 15 años”, dijo.
El economista sostuvo que el efecto de corto plazo de apuntalar las economías con deuda es bueno, pero no es sostenible en el tiempo. “Tanto Kamala Harris como Donald Trump no están planteando políticas de reducción de la deuda. La amenaza de una recesión global se está pateando para después, pues nadie quiere asumir un entorno negativo”, aseveró.