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Leonel Despaigne: "Mi deseo es ser entrenador de voleibol femenino"

Nos cuenta su convocatoria a la selección, su anhelo de jugar en el extranjero y su forma de enfrentar las críticas

Entrevista al capitán de la Selección Peruana de Vóley masculino, Leonel Despaigne, en el marco del subcampeonato de la Copa Panamericana Sub-23 2024. Foto: ANDINA/ Connie Calderon

Entrevista al capitán de la Selección Peruana de Vóley masculino, Leonel Despaigne, en el marco del subcampeonato de la Copa Panamericana Sub-23 2024. Foto: ANDINA/ Connie Calderon

17:09 | Lima, set. 29.

A sus 19 años, Leonel Despaigne está forjando un nombre en el vóley nacional, destacándose como un jugador clave en la selección peruana sub-23. Su historia combina pasión, sacrificio y una determinación constante para alcanzar el éxito, inspirada por su entorno familiar y su amor por el deporte.

Leonel, con nacionalidad peruana y cubana, creció en un hogar donde el voleibol era parte del día a día. Con ambos padres como entrenadores, su vida estuvo marcada por la disciplina y el compromiso hacia el deporte.

“He querido ganar a Cuba, principalmente por mi familia. Como tengo raíces cubanas, es un sentimiento muy fuerte quererles ganar”, confiesa en exclusiva al Diario El Peruano y Agencia Andina. Este deseo de triunfo se evidenció en su reciente participación en la Copa Panamericana, donde la selección peruana se quedó con el subcampeonato.


Del vóley escolar a la selección peruana

Desde sus inicios en el voleibol, Leonel ha estado rodeado de grandes figuras que lo han guiado. Este impulso inicial le abrió las puertas a su futuro en el deporte. Sin embargo, la llegada a la selección no fue un camino fácil: “Comencé en el vóley con un profesor llamado Arturo Loja, en el colegio Trilce. Participé en mis primeros campeonatos allí, y luego me llamó el Colegio Salesiano para reforzarlos en el campeonato de Adecore”, recuerda.

“Conocí a un profesor llamado Sixto, que ya falleció, pero fue él quien me trajo a la selección peruana. Así fueron también mis inicios en la selección”, añade con nostalgia al recordar al entrenador que lo llevo a vestir los colores de la ´Blanquirroja´. 

Aunque ha intentado otras disciplinas deportivas, el vóley se convirtió en su verdadera pasión: “Intenté varios deportes, pero nunca sentí la pasión que tengo por el vóley. Ahora siento un poco de presión, especialmente por parte de mi padre, que es más exigente. Mi mamá, por otro lado, lo toma desde su rol de madre y entrenadora, pero no es tan exigente como él”, explica.

Esta mezcla de apoyo y exigencia lo ha llevado a comprender la importancia que su apellido tiene en el ámbito deportivo. “Además, llevo un apellido que tiene mucho peso en el deporte, y eso me motiva a intentar estar a la altura”, dice con determinación.

Experiencia internacional y figuras

Desde muy joven, Leonel Despaigne comenzó a destacar en el vóley por su gran potencial, lo que le permitió disputar torneos importantes a nivel internacional. Uno de los hitos más relevantes en su carrera fue su participación en torneos internacionales con su equipo, donde compartió cancha con compañeros de categorías mayores.

“En cuanto a Vamos Peerless, fue uno de mis primeros torneos internacionales, como los Sudamericanos de Clubes, donde adquirí mucha experiencia para poder llegar bien a la selección nacional.”

Sin embargo, su ascenso no terminó allí. Otro de los momentos clave en su carrera llegó con los Juegos Bolivarianos, donde la competencia a nivel de selección le dejó valiosas lecciones. “Creo que los Juegos Bolivarianos también me enseñaron mucho,” reflexiona.


Leonel Despaigne, siempre sincero y transparente, no duda en manifestar su admiración por uno de los grandes del voleibol mundial: el cubano Miguel López Castro. El deportista de 27 años es una figura clave en la selección cubana que disputó los Juegos Olímpicos de Río 2016, actualmente brilla en el equipo Osaka Bluteon de Tailandia.

"A mí me gusta mucho Miguel López, un cubano que actualmente está jugando en Tailandia. Me fascina su estilo de juego, aunque jugamos en posiciones distintas,” sostuvo.

El legado familiar

Leonel Despaigne, siguiendo los pasos de sus padres, Ernesto Despaigne Paumier e Irene La Cotera Vallejos, ambos entrenadores de voleibol, ya tiene clara su visión a largo plazo: convertirse en entrenador de voleibol femenino. Aunque actualmente brilla como jugador, ´Leo´ mira hacia el futuro con el deseo de continuar la herencia familiar, pero esta vez desde el banquillo.

"A largo plazo, quiero ser entrenador de voleibol femenino más que masculino. Me gusta jugarlo, pero no me entretiene tanto verlo. Soy muy fan del vóley femenino", sostuvo. 

Su interés por entrenar no es algo reciente. Ya ha comenzado a prepararse para este desafío, aunque confiesa haber pausado temporalmente sus estudios de certificación. "Lo he estado estudiando, aunque lo dejé en pausa por un tiempo. Sin embargo, en estos meses, imagino que lo retomaré para obtener la certificación de Nacional 3", agregó. 


El resurgimiento

El voleibol peruano está experimentando una etapa de renovación, y los recientes éxitos de las selecciones femeninas sub-17 y sub-19 son motivos de optimismo. Ahora, la selección masculina U23, con Leonel como capitán, se encuentra en el proceso de forjar su propia historia.

Hace un año, el equipo sub-23 demostró su capacidad al lograr el tercer puesto en la Copa Panamericana en Cuba, donde derrotó a adversarios como Chile y Nicaragua. Aunque en ese entonces la competencia no parecía tan intensa, hoy ese bronce adquiere un significado especial, simbolizando el progreso y la determinación del equipo en su camino hacia el éxito.

La confianza en el equipo ha sido clave, y mucho de esto se debe al liderazgo de Diego Recabarren, su entrenador. Para los jugadores, el estratega es más que un técnico; es un amigo y confidente en el campo de juego. "El profesor es más un amigo que un entrenador para nosotros, y esa confianza que tenemos con él creo que es única. Se refleja mucho en el campo. Siempre está dispuesto a escucharnos, y con él no tenemos la sensación de que se trata de un 'wow' como si fuera nuestro entrenador, con cuidado de lo que decimos siempre nos ha brindado muchísima confianza, y eso nos ayuda enormemente en nuestra forma de jugar". 

Bloques a las críticas

Leonel, como muchos jóvenes deportistas, ha tenido que lidiar no solo con la presión de competir al más alto nivel, sino también con las constantes críticas que surgen en las redes sociales. A pesar de los logros recientes de la selección sub-23, no faltan los comentarios negativos que intentan menospreciar su esfuerzo y dedicación. Sin embargo, el ha encontrado una manera de enfrentar estas críticas y mantener el enfoque en lo realmente importante: su crecimiento como jugador y el triunfo del equipo. Con una mezcla de madurez y humor, habla sobre cómo él y sus compañeros han aprendido a manejar estas situaciones:  

"Estamos acostumbrados a toda esa gente que nos critica, ya sea en Facebook o en las páginas que han creado para criticar, básicamente, al vóley peruano. Sin embargo, hay chicos a los que sí les puede afectar. Pero creo que sabemos llevarlo. De hecho, hemos hablado sobre esto; una vez nos sentamos todos juntos en un cuarto a leer todo lo que dicen. Llega un momento en que se vuelve gracioso, porque al final ellos no saben todo lo que pasamos ni lo que hay detrás de lo que tenemos que hacer para llegar a un campeonato, es decir, antes del torneo”, refirió.


Mirando hacia el futuro

Con los pies bien puestos en la tierra, Leonel Despaigne ya tiene sus próximos pasos en mente. “Tuve ofertas para jugar en el extranjero, pero no las acepté porque no quería dejar la universidad de lado. Estoy mentalizado en terminar mi carrera y luego dedicarme por completo al vóley”, concluye con una sonrisa, dejando en claro que aún tiene mucho por lograr tanto dentro como fuera de la cancha.

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(FIN) MEG

Publicado: 29/9/2024