Barcelona logró una victoria agónica y memorable en Montjuïc al vencer 4-3 al Celta con un penalti de Raphinha en el tiempo añadido. El brasileño fue la figura del partido con un doblete, una asistencia y el tanto decisivo que selló una remontada que parecía imposible.
El equipo de Hansi Flick se vio contra las cuerdas en el minuto 63, cuando Borja Iglesias completó su ‘hat-trick’ y puso al Celta 1-3 arriba en el marcador. El delantero aprovechó los graves errores defensivos del Barça para castigar a un equipo desdibujado durante buena parte del encuentro.
El partido había comenzado bien para los azulgranas. Ferran Torres abrió el marcador con un gran disparo cruzado desde la frontal en el minuto 12, pero la alegría duró poco: tres minutos después, Borja Iglesias igualó tras un error de Szczesny en una jugada iniciada por Pablo Durán.
El Barça perdió el control tras el empate. Impreciso en ataque y desbordado por la velocidad del Celta, el equipo local sufrió en defensa, especialmente por el costado de Gerard Martín, superado constantemente por Durán. El Celta rozó el segundo gol antes del descanso, pero Szczesny respondió con dos grandes paradas.
Tras el descanso, Flick mantuvo su once, mientras que el técnico del Celta, Claudio Giráldez, ajustó su esquema y su equipo siguió generando peligro. El 1-2 llegó tras un grave fallo de Frenkie de Jong, que dejó servido el balón a Borja Iglesias para que definiera con calma.
El 1-3 cayó poco después, en el minuto 62, tras otra pérdida del Barça que acabó con Borja firmando su tercer gol de la noche. El líder de LaLiga parecía noqueado, pero reaccionó al instante con los ingresos de Dani Olmo y Lamine Yamal, que revolucionaron el partido.
Un minuto después del tercer gol del Celta, Dani Olmo recortó distancias tras una gran asistencia de Raphinha. Y en el 68, el brasileño firmó el 3-3 con un cabezazo tras centro preciso de Lamine, en un tramo de partido absolutamente frenético.
El partido entró en una fase de locura total, con ambos equipos buscando el gol de la victoria. El Celta estuvo cerca con un cabezazo de Mingueza, pero el Barça no bajó los brazos, pese a la salida de Lewandowski por molestias físicas.
Cuando todo apuntaba al empate, en el minuto 98, Dani Olmo fue derribado en el área por Yoel Lago. Tras revisión del VAR, el árbitro señaló penalti y Raphinha convirtió con frialdad para desatar la locura en Montjuïc.