El consumo excesivo de sal contribuye al incremento de la presión arterial y coloca a las personas en mayor riesgo de sufrir hipertensión, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y cardiopatía coronaria, patologías todas que complican gravemente la salud en caso de contagio por covid-19.
El director de Promoción de la Salud del Minsa, Alexandro Saco, informó que al menos el 26% de las personas fallecidas por covid-19 en el Perú sufría de hipertensión y el 4.6% de enfermedades cardiovasculares.
Por ello resaltó la importancia de seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda un consumo máximo diario de dos gramos de sodio, es decir una cucharita de sal (5 gramos) al día, tanto en forma añadida como en lo que contienen los propios alimentos.
“El sodio no solo se encuentra en la sal de mesa, sino también en las comidas y productos procesados como embutidos, cremas o sopa instantáneas, snacks, salsas procesadas, bebidas gaseosas, alimentos ahumados y enlatados", detalló.
Destacó también que las comidas procesadas e instantáneas son pobres en nutrientes. “Al comprar los alimentos es importante revisar las etiquetas de los productos y elegir alimentos con menos de 0,25 gramos de sal por ración y evitar aquellos con más de un gramo por ración”.
Sugirió consumir alimentos preparados en el hogar, donde se tiene el control sobre la sal, y dijo que es mejor utilizar poco o nada. Dijo que si desea salir a comer fuera de casa, solicite que no le añadan sal a su comida o, si es posible, pida opciones bajas en sal.
“Tener una alimentación saludable con poca cantidad de sal significa consumir alimentos de origen natural que contienen sodio en su composición y en cantidades necesarias para nuestro organismo. El sobreagregado de sal como condimento y/o conservante de muchos alimentos envasados suma una cantidad innecesaria y perjudicial para la salud”, advirtió.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2019, el 14,1% de personas de 15 y más años padecen de hipertensión arterial. La cifra se incrementa de manera elevada en las personas de 60 años y más que alcanzan un 32.7%, siendo los hombres más afectados que las mujeres.
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(FIN) NDP/RRC