Cuatro tipos de irregularidades fueron detectadas en la aplicación de las dosis a mayores de 70 y 80 años, de acuerdo con el Informe de Hito de Control N.º 005-2021 del Órgano de Control Institucional (OCI) de la Gerencia Regional de Salud (Geresa) La Libertad.
Según el documento, uno de los primeros problemas es la vacunación irregular de algunas personas. Por ejemplo, se registró el caso de un adulto mayor de 80 años que recibió dos primeras dosis en el centro de vacunación del coliseo Luz Marina Neyra Fernández, en el distrito de Moche, provincia de Trujillo.
Otro caso fue el de personas mayores de 70 años que recibieron la vacuna cuando aún el cronograma estaba dirigido a los mayores de 80. Esto pasó 19 veces en el centro de vacunación del estadio Víctor Raúl Haya de la Torre, en el distrito de La Esperanza, y una vez en el vacunacar del cuartel Ramón Zavala.
Además, al vacunacar del terminal terrestre de Trujillo 18 personas asistieron a pie en lugar de vehículo, como estaba establecido para este lugar. Y en el punto de vacunación de la IE San Juan se encontró que una persona había recibido la dosis, pese a que su DNI indicaba que su domicilio estaba en otro distrito.
“Lo que como Contraloría hacemos es contrastar lo que dicen las normas con lo que sucede en realidad. Hemos identificado que se está vacunando a personas que no les corresponde aún”, señaló el gerente regional de Control de La Libertad, David Quiroga.
Sin resguardo
Otro problema detectado por la Contraloría fue que
no se encontró resguardo policial ni militar para el almacenamiento o traslado de las vacunas, según lo dispone el Plan Regional de Vacunación contra la
Covid-19.
“Las cadenas de frío o los grupos de brigadas, donde están custodiadas las vacunas, no tienen un resguardo de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional, por lo que el personal podría ser atacado y se ponga en riesgo su integridad. También es posible que las vacunas puedan ser sustraídas”, señaló.
También se encontró inconvenientes con la disposición de los residuos biológicos del proceso de vacunación. Los auditores de la Contraloría observaron que solo utilizaban bolsas rojas para desechar todo el material restante y eran colocadas al lado de las mesas donde se encontraba los termos con vacunas.
Esto pese a que la directiva sanitaria para la vacunación contra la covid-19 establece una segregación de los residuos en cajas de cartón (jeringas, agujas) y bolsas rojas (algodón, tapas de jeringas, etcétera), entre otros; además de diversas etapas de tratamiento previo a su disposición final.
Gestión de residuos
Quiroga advirtió: “En Poroto, Simbal, Huanchaco y Trujillo no hay una adecuada gestión de esos residuos [...]. Entiendo que están priorizando el proceso de vacunación, pero en el Estado hay algunos procedimientos que se tienen que cumplir para evitar que se propicie una contaminación posterior”.
Todas las irregularidades detectadas fueron informadas a la Gerencia Regional de Salud, que en 10 días útiles deberá implementar mecanismos de control. Después, la Contraloría deberá volver a evaluar la situación.