Reduce el uso de productos químicos dañinos: Evita el uso de productos que contengan sustancias que agotan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC) y los halones. Esto incluye aerosoles, sistemas de aire acondicionado y refrigeración, y productos químicos industriales. Opta por alternativas más seguras y ecológicas siempre que sea posible.
Fomenta la reciclaje y la eliminación adecuada de productos: Asegúrate de desechar adecuadamente los productos que contienen sustancias dañinas para la capa de ozono. Participa en programas de reciclaje y gestión de residuos que se encarguen de estos productos de manera segura. Esto ayudará a evitar que los químicos dañinos se liberen en la atmósfera.
Promueve la educación y la conciencia ambiental: Informa a otras personas sobre los peligros del agotamiento de la capa de ozono y la importancia de su protección. Organiza talleres, charlas o campañas de concienciación en tu comunidad para que más personas comprendan la magnitud del problema y adopten prácticas más sostenibles en su vida cotidiana.
Apoya las políticas y acuerdos internacionales: Mantente informado sobre los acuerdos internacionales relacionados con la protección de la capa de ozono, como el Protocolo de Montreal. Apoya activamente la implementación de estas políticas a nivel nacional y local, y presiona a tus representantes gubernamentales para que tomen medidas más estrictas en la regulación de sustancias dañinas para la capa de ozono.