Identificar en qué homicidios o asaltos estuvieron involucradas las armas incautadas a delincuentes es posible gracias a los equipos de última generación del Laboratorio de Balística Forense de la Policía Nacional del Perú, cuyos expertos coinciden en que toda arma tiene "una historia que contar".
Según el comandante PNP Luis Loayza Miranda, jefe de dicha división policial, Perú se encuentra entre los países más avanzados en investigación balística, pues es alto el grado de certeza de sus peritos a la hora de identificar un arma, un casquillo o un proyectil recogido en la escena de un crimen.
“Cuando sacamos de acá una homologación que es positiva, es positiva hasta la muerte, no hay duda, porque hemos visto la característica de la percusión, el block de cierre, el eyector. Lo vemos y analizamos todo. Y eso ayuda mucho a los investigadores”, dijo a la Agencia Andina.
Sostuvo que las muestras (casquillos o proyectiles) son ingresadas al Sistema Integrado de Identificación Balística, para su posterior homologación o comparación con las 5,000 muestras que están contenidas en una base de datos que posee esta división policial.
Posteriormente, el Microscopio de Comparación Balística, adquirido para este laboratorio, establece al 100% la identidad balística entre casquillos y proyectiles incriminados con el arma que los percutó y disparó, logrando su identificación plena y, por ende, del autor del hecho.
“El que tiene el arma, al momento de una captura, es el que va a asumir la responsabilidad. Por eso dicen que un arma tiene una historia que contar”, manifestó Loayza.
Disparos experimentales
Cuando se trata de un arma sospechosa que ha sido incautada en un operativo contra la delincuencia, Loayza dijo que los peritos realizan dos disparos experimentales para analizar posteriormente los casquillos o proyectiles y homologarlos con las muestras recogidas en los crímenes que son investigados.
Señaló que la precisión que arrojan estos análisis se debe a que el Sistema Integrado de Identificación Balística permite trabajar incluso con solo el 1.5 milímetro de un proyectil o casquillo.
En tal sentido, Loayza dijo que no importa que tan deformado esté el proyectil recogido de una superficie sólida, como una pared o la carrocería de un auto, para identificar finalmente a qué arma pertenece.
El jefe de peritos destacó asimismo que este sistema de identificación balística está integrado y conectado, a través de Interpol, con los departamentos y archivos balísticos de varios países.
“Con México hemos entrado a homologar casquillos y proyectiles de algunos casos de narcotraficantes porque teníamos información que habían llegado unos fusiles de México para atentados. Y en 40 segundos estamos en el servidor principal de México y homologamos las muestras”, manifestó.
El número de serie es imborrable
Otro de los éxitos alcanzados por este laboratorio balístico es la identificación del número de serie de un arma de fuego, que ha sido borrado o lijado previamente, para determinar su procedencia.
Explicó que, para recuperar el número que ha sido “borrado”, los peritos de balística proceden a lijar y pulimentar la superficie del arma, dejándola brillosa, para luego verter un reactivo químico que permitirá visualizar la serie.
“Echamos el reactivo y los números salen otra vez, tomamos una foto y lo adjuntamos a la pericia. Son métodos menos sofisticados, pero funcionan”, anotó Loayza.
(FIN) LIT/RRC
Video: PNP logra notable precisión en investigación balística
Publicado: 25/7/2017