Representaciones de las ocho Naciones Peregrinas del Señor de Qoyllorrit’i, celebraron con un pasacalle y una nutrida misa, los 13 años de Declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, a esta expresión Religioso-Cultural, que se vive entre mayo y junio.
Ukumaris o pablitos, Wayri Ch'unchos Loman y Mayun Pureq, Q'apaq Q'ollas, Q'apaq Ch'unchos, entre otras cuadrillas de danzas se desplazaron a ritmo de música autóctona, desde el templo Inca del Coricancha, por la avenida El Sol hasta la plaza mayor o el gran Hawkaypata.
En el recorrido miles de visitantes fotografiaron y registraron en video la manifestación de fe del pueblo católico, que llevó adelante la imagen sagrada del Señor de Tayankani. Las banderas que identifican a cada nación y Arariwas, guiadores ancestrales, abrieron paso a la gran delegación.
La celebración en esta ocasión fue en horas de la tarde, las Naciones coparon la plaza de armas, a donde llegan y se concentran visitantes extranjeros a contemplar la arquitectura Inca y colonial, pero, en esta ocasión admiraron una expresión pre inca, que se mantiene viva.
Las Naciones atiborraron la Compañía de Jesús, antiguo Amaru Kancha, aquella gran iglesia que se erige más alta que la Basílica Catedral; monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, arzobispo de Cusco, presidió la misa, acompañado del capellán del
Santuario del Señor de Qoyllur Riti.
El máximo representante de la comunidad católica, recordó y destacó como evangelizadora la presencia de cada danzante en esta actividad, enalteció aquella fe del peregrino al Cristo Campesino, a la imagen piadosa impregnada en la Roca Sagrada, enclavada en el paraje del Sinakara, al pie del gran apu Kolke Punku, ubicada a casi 5,000 metros sobre el nivel del mar, de cielo azul en el día, y arrojado de estrellas en la noche.
“La fe que todos tenemos, que tú tienes en el corazón, como una semillita, sembrada, es una fe que ha sido donada, transmitida, fruto de una primera evangelización de los misioneros que llegaron trayendo el anuncio de Jesucristo Salvador del Mundo, y predicado luego, pueblo tras pueblo”, dijo monseñor.
Luego de una prolongada misa, que duró cerca de dos horas, los caporales, líderes de cada Nación rememoraron el 2011; que, después de un largo trabajo de elaboración de un estudio, un informe, con argumentos concretos y firmes sobre esta manifestación religiosa, se consiguió a bien la declaratoria, que no hace más que renovar y fortalecer la fe y preservación del peregrinaje.
El reconocimiento internacional, por el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, fue Bali, Indonesia, en noviembre del aquel año. Ahí representaron al Perú el Ministerio de Cultura, la Dirección de Cultura de Cusco, e integrantes de las Naciones Peregrinas, algunos ya fallecidos.
La peregrinación al Taytacha Qoyllorrit’i ya gozaba de la declaratoria como Patrimonio Cultural de La Nación desde agosto de 2004, al constituirse como una de las festividades más arraigadas desde tiempos inmemoriales, extraordinaria e importantes del sur del país.
Se destacó los rituales ancestrales, la preparación de los devotos con meses de anticipación, para esta gran travesía que comienza desde el centro poblado de Mahuayani y escala por un camino de herradura, por más de ocho kilómetros hasta el Sinakara, y retorna por la Ruta de las 24 horas, en la que predomina los usos, costumbres y rituales que evocan al taytacha, al agua y al inti, astro sol.