El Gran Teatro Nacional, a través de su plataforma web Públicos GTN y Facebook Live, presentará este domingo 7 de marzo, a las 5:30 de la tarde, el espectáculo familiar Sisi y su primer circo, historia creada y dirigida por el dramaturgo peruano Mateo Chiarella y protagonizada por las actrices Patricia Barreto, Cary Rodríguez y Luccia Méndez.
Luego del éxito alcanzado con Las aventuras musicales de Sisi y Lala, trilogía conformada por “Sisi y su primer concierto”, “Sisi y su primera ópera”, “Sisi y su primer ballet”; el área de Públicos del Gran Teatro Nacional lanzó un cuarto montaje para promover el acercamiento de niños y adolescentes al fascinante mundo de las artes escénicas; en este caso específico, reconocer las circunstancias de un acróbata, equilibrista, trapecista, malabarista y payaso.
El relato empieza con Sisi escuchando entusiasmada la cortina musical que caracteriza a los circos itinerantes. Decide armar una carpa en su jardín y junto a Lala ejecuta malabares, acrobacias y trucos de magia. Pero falla una y otra vez.
Cuando la frustración y el desgano inundan el ambiente, Sisi y su mascota reciben la visita de Sisa (nombre que significa “Polen” en aymara o “la que siempre vuelve a la vida” como simbolismo poético), agradable payasita que explica de manera didáctica los secretos que encierra el circo.
Sisa no es una payasita tradicional. No utiliza nariz roja, vestimenta estrafalaria ni peluca de colores. Es artista de esta época, que prefiere lucir diseños originales, expresar abiertamente su buen sentido del humor e interpretar canciones populares como Yo tenía una kisimiri (hormiga).
Ella brinda información de las actividades circenses alrededor del mundo y datos particulares del pueblo aymara, destacando el objetivo de educar, divertir y transformar. Grandes y pequeños analizarán la evolución del circo, género artístico que aparece con las antiguas civilizaciones de China, India, Mongolia, Egipto, Grecia, Roma, Guatemala, México y Perú, culturas de estricta disciplina que al practicar sus desplazamientos militares crearon los movimientos sincronizados, las contorsiones y acrobacias.
El circo se perfecciona en la era contemporánea con los aportes de un hábil profesor de equitación convertido en figura del entretenimiento en Inglaterra. Después aparecen las carpas gigantes con funciones de magia, ilusionismo, animales amaestrados y proyecciones audiovisuales.
Sisi, Lala y Sisa también revelan pautas para ensayar con orden, rigor y alegría, sin rendirse en los primeros intentos, como hicieron el gimnasta Jules Leotard (trapecio), la equilibrista María Spelterini (cuerda floja) y el escapista Harry Houdini.
El circo es mucho más que la exhibición de cosas raras y complicadas, encierra a un grupo humano con ganas de superarse, artistas que enfrentan sus miedos para resolver un acto con talento y coraje. Quien ama lo que hace, nunca abandona y continúa hasta el final, así esté viniéndose la carpa abajo.
“El circo es un vistazo de lo que podemos ser en la vida y de todo lo increíble que podemos hacer… Pensar en lo hermoso que sería nuestro mundo… Se trata de crear nuestros propios milagros, la lucha por conseguir lo extraordinario”, afirma el estadounidense Jonathan Lee Iverson, maestro de ceremonias de Ringling Brothers y del Barnum & Bailey Circus.
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(FIN) CFS/CFS
Publicado: 4/3/2021