La Unidad de Tanatología Forense (UNTANFOR) del Ministerio Público se encarga de cumplir una importante función social para el Estado. Conoce en esta nota cuál es esa labor y qué otras diligencias realiza como parte de dicho proceso.
Para César Chino, miembro de este órgano creado el 28 de abril de 1969, los huesos hablan y hay que saber entender su lenguaje.
"Los antropólogos se dedican a la identificación de personas fallecidas, especialmente en casos complejos donde los cuerpos llegan como NN, esqueletizados o en avanzado estado de descomposición", dijo en declaraciones al programa 'Fiscales & Ciudadanía' en RCR.
En ese sentido, el especialista explicó que observando los traumas, lesiones e incluso el tipo de instrumento utilizado en un crimen, se puede determinar la causa de muerte y la mecánica del hecho. En algunos casos, dijo, la reconstrucción del cráneo a partir de fragmentos óseos permite el reconocimiento del individuo.
El proceso de identificación en la morgue central, según precisó, se inicia con la dactiloscopía, pero cuando no es viable, se recurre a la antropología, la odontología y, en última instancia, al análisis de ADN.
"Para poder hacer un trabajo de identificación de personas necesitamos la presencia de un familiar, alguien que ha perdido a alguien, un desaparecido. La familia viene a morgue con el nombre de esta persona y nosotros en un sistema que tenemos realizamos la búsqueda, si no aparece en nuestro sistema pues recolectamos datos como tatuajes, fracturas, lunares, algún tipo de trauma que haya tenido en vida, a la vez también cómo ha estado vestido, lo que también ayuda muchas veces cuando recuperamos restos que están esqueletizados o enterrados", explicó.
Mencionó, además, la complejidad de los casos que involucran a niños y cuerpos descuartizados, pues el análisis de estos últimos requiere determinar el tipo de herramienta utilizada, las partes del cuerpo cortadas primero y la experiencia del perpetrador.
"Hay casos que nos llaman la atención, por ejemplo, cuando los que perpetúan un hecho punible se quedan con los cadáveres mucho más tiempo. Nosotros hemos podido analizar como antropólogos, por ejemplo, cómo es que las personas que realizan actos de feminicidio guardan las cabezas de estas víctimas por un tiempo. A diferencia de los casos que son comunes, las cabezas son lo primero que desaparecen estos delincuentes", subrayó.
Labor
La labor del antropólogo forense va más allá de la mera identificación. También implica informar a las familias sobre el fallecimiento de su ser querido, brindándoles la posibilidad de realizar los rituales fúnebres y encontrar la paz. La entrega del cuerpo a la familia es la culminación de este proceso, permitiendo que se cierre un ciclo de dolor e incertidumbre.
"Es un trabajo, de verdad arduo, porque nosotros también somos las personas que damos muchas veces la noticia de informar sí está el cuerpo de un familiar en la morgue. Pero es nuestra función y para eso nos hemos formado. Identificar personas y darle un nombre a estos cadáveres que muchas veces son NN nos satisface a nosotros como personas y profesionalmente", manifestó.
Necropsias de ley
La Unidad de Tanatología Forense, es el órgano encargado de realizar las necropsias de ley, por disposición fiscal, e investigar y determinar la causa de muerte del occiso, y como parte de dicho proceso se realizan diferentes diligencias, tales como el levantamiento del cadáver, en el lugar de los hechos o en el lugar donde se encuentre el fallecido, la necropsia de ley, elaboración del informe pericial (protocolo de necropsia), la exhumación para necropsias y/o toma de muestras y reconstrucción de los hechos, además de la realización de exámenes auxiliares: toxicológico, anátomo-patológico, estomatológico, radiológico, antropológico, biológico, microbiológico, dactiloscopia, superposición de imágenes, fotografías.