El portavoz del gobierno nipón, Yoshimasa Hayashi, confirmó este martes que Japón prepara una cumbre de su primer ministro, Shigeru Ishiba, con el presidente de China, Xi Jinping, en línea con lo acordado entre el mandatario japonés y su homólogo chino, Li Qiang, en una reunión bilateral en octubre.
"Estamos preparándonos para poder realizar la cumbre", aseveró Hayashi al ser preguntado durante la rueda de prensa de este martes por un potencial encuentro entre Ishiba y Xi, que medios nipones apuntan podría producirse este mismo viernes en Lima.
"Entre Japón y China hay muchas posibilidades y, al mismo tiempo, muchos problemas y temas pendientes. Por lo tanto es importante mantener diálogos y comunicaciones de alto nivel, incluyendo a los jefes de Estado", añadió el portavoz nipón.
Según dijeron fuentes gubernamentales a la agencia de noticias japonesa Kyodo y recogió también el diario económico Nikkei, Ishiba y Xi podrían reunirse este mismo viernes en Perú, al margen de la Semana de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se desarrolla desde el pasado domingo en Lima y donde ambos mandatarios se cruzarán.
Hayashi explicó que la probable cumbre sigue la línea de lo acordado por Ishiba y su homólogo chino durante una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), que tuvo lugar el mes anterior en Laos y supuso el debut diplomático del primer ministro japonés.
El portavoz nipón recordó que en la mencionada reunión Ishiba y Li acordaron que Japón y China "iban a seguir comunicándose a varios niveles" e indicó que tanto la cumbre de APEC en Perú como la del G20, que Brasil acogerá la próxima semana, son "oportunidades" para ello.
Desde que fuera propuesta el 2006 por el entonces primer ministro japonés Shinzo Abe y recogida en el comunicado conjunto Japón-China del 2008, la base de la diplomacia entre Japón y China ha sido una "relación estratégica mutuamente beneficiosa".
Dicha política se deterioró al tiempo que lo hicieron también las relaciones bilaterales entre ambos países, que tras algunos acercamientos en los últimos años han vuelto a enfriarse a raíz de que China aumentó sus lazos con Rusia e intensificó su actividad militar alrededor de Japón.
Cuando Ishiba se erigió primer ministro por primera vez el 1 de octubre, el presidente chino lo felicitó por su nuevo cargo, lo cual fue descrito por el gobierno japonés como "positivo" para las relaciones bilaterales.
Ishiba fue reelegido en la víspera primer ministro en una votación parlamentaria y, como líder del Partido Liberal Democrático (PLD), encabeza junto con su socio de gobierno, el partido budista Komeito, una nueva administración en minoría.
La coalición PLD-Komeito sufrió un batacazo electoral en las generales de octubre y perdió así la amplia y cómoda mayoría que ostentaba en el Parlamento.