Por Sofía PichihuaSu sueño de niña era ser astronauta y la carrera de física era lo más cercano. Aún así esa era su segunda opción al ingresar a la universidad. Todo cambió cuando comenzó el proyecto de instalación de un telescopio donado en la Universidad Nacional San Luis Gonzaga, que hoy alberga la Estación Solar de Ica. Desde ese momento, Adita Quispe fortaleció su vocación y actualmente es la coordinadora del Planetario del IGP.
El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, y la física Adita Quispe es una científica peruana apasionada por compartir conocimiento del universo a través de actividades inmersivas y didácticas que despierten el interés por la ciencia de las nuevas generaciones.
Despertando su curiosidad por la ciencia
Adita Quispe creció en Cañete y, junto con sus hermanos, son los primeros en contar con una carrera profesional en su familia. Dejar el campo fue una decisión necesaria luego de ingresar a la Universidad Nacional San Luis Gonzaga en Ica. Sin embargo, la carrera de física fue su segunda opción al momento de postular.
Si bien sus padres la apoyaron desde el inicio, a fines de los noventa no tenía claro el campo laboral que la esperaba acabando la carrera. Lo cierto es que era la que más se acercaba a su lejano sueño de estudiar el origen del universo: la astronomía. En nuestro país, los astrónomos son normalmente físicos de formación con una especialización, debido a que esta carrera -hasta hoy- no existe en las universidades nacionales.
Para intentar apostar por un mercado más competitivo, el plan era continuar la carrera de física hasta el primer año, y luego cambiarse de especialidad o postular a otra universidad. Sin embargo, a inicios de la década de los 2000, la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica firmó una alianza con el IGP para la instalación de un telescopio donado en el campus. Este fue el inicio de lo que hoy es la estación solar en dicha región, clave para el estudio de la actividad solar y sus efectos en la Tierra.
Acercarse a este proyecto y ser de las primeras en usar estos instrumentos científicos la hizo retroceder en su decisión de cambiarse la carrera. El camino ya había sido tomado, y no iba a retroceder. "Comencé a llevar cursos de física solar e introducción a la astronomía. Me empecé a involucrar y no me quise trasladar", confesó Adita Quispe en entrevista con la agencia Andina.
Desde ese momento, se involucró más en proyectos de astronomía como practicante y voluntaria. Curiosamente, la coordinadora del Planetario IGP estuvo pendiente de este proyecto desde su formulación hasta su inauguración en el 2008. Y, luego de un año de su apertura al público, consiguió trabajar en esta institución.
Educar a los más pequeños
En su opinión, el
Planetario Nacional IGP es un hito cultural que además contribuye con la educación de pequeños y grandes en astronomía. Así como un instrumento científico despertó su interés por continuar el camino de la ciencia, Adita Quispe está convencida que las actividades educativas del planetario permitirán motivar a más niñas, niños y adolescentes a descubrir el universo, mientras aprenden más sobre astronomía.
Es por ello que, en los últimos años, también continúa aprendiendo de otras experiencias. Para ello, ha visitado el Planetario Max Schreier y en el Observatorio astronómico Chacaltaya de La Paz, en Bolivia, o el Planetario del Museo de la Ciencia CosmoCaixa, en Barcelona, España.
En el 2024, también recibió una invitación del Planetario de Moscú donde participó de la presentación de la investigación sobre constelaciones incas, desarrollada por José Ricra. Este estudio quedó finalista en el concurso internacional.
El Planetario IGP es una realidad gracias a las donaciones de Japón, además de la inversión de nuestro país en este espacio educativo. En el 2012, se implementó la sala 3D que permite a las personas deleitarse de un viaje virtual por el sistema solar, mientras que en el 2016 se adquirió el sistema Fulldome para mostrar imágenes y videos en una cúpula de 7.5 metros de diámetro, ofreciendo una inmersión total.
"Los planetarios cumplen un rol muy importante en la formación de los escolares y universitarios porque es un lugar donde se aprende sobre el pasado y también ver hacia el futuro. Muchos dicen: "¿por qué estudiar objetos tan lejanos?" pero si los científicos no estudian ese campo cuando se dé el momento, como la amenaza de un asteroice, quizás ya sea tarde", sostuvo Quispe.
"Como Planetario IGP tratamos de motivar e incentivar los campos de la ciencia porque se necesita y multidisciplinario. Son espacios donde los estudiantes pueden aprender mucho y despertar esa inquietud, ese pensamiento crítico por la ciencia", comentó. También se han realizado tests antes y después de las visitas para confirmar el aprendizaje y los resultados fueron significativos, precisó.
Como se recuerda, en su quinto aniversario, el Planetario IGP tuvo el honor de colocar el nombre de
Qoyllurwasi, que significa casa de las estrellas, a un asteroide que se encuentra entre los planetas Marte y Júpiter. Actualmente, este espacio de la ciencia ha sido objeto de estudio en artículos sobre astronomía y tesis de grado.
"Prepararse en ese campo, buscar experiencia y persistir", ha sido su mayor lección que comparte con las nuevas generaciones.
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Publicado: 8/2/2025