La información diaria sobre hechos criminales estaría volviendo a las personas más crueles e insensibles, al punto de de no sorprenderse ante situaciones de gran violencia y agresividad, advirtieron especialistas de la Policía Nacional del Perú.
El jefe de Psicología Forense de la PNP, Percy Mendizábal, explicó que cuando los hechos criminales ya no llaman la atención o se aceptan como naturales, ello sería un indicador de problemas de
salud mental en la población.
“Nos estamos insensibilizando por ver tanta crueldad; por eso no es recomendable hacer públicos los casos de asesinatos pues, al ser vistos por niños y jóvenes, pueden convertirse en referentes para sus futuros comportamientos”, dijo en el programa Saludable Mente de Andina Canal online.
El riesgo, agregó, es que esos comportamientos sean copiados por personas inestables emocionalmente y que repercuta en su conducta posterior. "Ya estaría ocurriendo en el Perú, donde en la última década ha cambiado el perfil criminal".
En la década de los 80' Antonio Díaz Balbín, asesino en serie conocido por la prensa como "el descuartizador de Lima", causó terror en las calles de la capital porque sus víctimas fueron mujeres. Murió en la cárcel en 1986.
Criminalidad y sociedad
El incremento de la criminalidad tiene efectos devastadores en la sociedad, continuó el experto forense. Primero, porque afecta la capacidad para amar de la gente; las personas dejan de considerar al prójimo como un ser bueno y empiezan a estar a la defensiva. Segundo, porque daña su espontaneidad para ser feliz, y tercero, porque menoscaba su capacidad de trabajo (no salgo porque hay delincuencia).
“La criminalidad aparece en las ciudades con más población, como Lima, porque además de tener más habitantes, existe un gran número de familias que vive de forma hacinada", señaló Mendizábal.
Los
psicólogos forenses evalúan a las presuntas víctimas y victimarios de un hecho delictivo y durante la entrevista analizan el lenguaje no verbal que, según Mendizábal, dice mucho más que las palabras.
Observan por ejemplo su postura corporal, el timbre de su voz, las expresiones de su rostro y su risa, que casi siempre no es espontánea los delincuentes.
(FIN) SMS/RRC
Publicado: 25/9/2019