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A 30 años de la muerte de "Chacalón": Su música vive en el corazón del pueblo

ANDINA/archivo

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08:50 | Lima, jun. 24.

Gracias a su potente voz y sus canciones cuyas letras eran una melodía de vida para los más necesitados, Lorenzo Palacios Quispe “Chacalón” se ganó el corazón del pueblo. Este lunes 24 de junio, a 30 años de su muerte, su figura parece estar más presente que nunca.

“Soy provinciano”, fue uno de sus más sonados temas, hizo furor entre la vasta población provinciana migrante a Lima. La mayoría, provenía de los cerros que circundan la capital.

Lamentablemente dejó de existir (sufría de diabetes), aún joven, cuando tenía 44 años de edad.

Nació el 26 de abril de 1950. Por su peculiar estilo artístico y su contenido provinciano del que decía: “no calco ni imito”, sus fans lo consideraban: “La voz de los que menos tienen”, sus presentaciones abarrotaban la espaciosa carpa Grau y demás locales capitalinos.
     
Miles y miles asistieron tras el cortejo fúnebre para despedir a “Papá Chacalón”. Las imágenes de la despedida que le tributó el pueblo son impresionantes.
 
Su viuda, Dora Puente, a quien llamaba “mi muchachita de los ojos chinos”, está en los preparativos para recordar este lunes la sensible fecha de su partida. 

“A las seis de la mañana voy a dejar adornada su tumba, donde también descansa mi hijo Juan Carlos, “Satoche” (murió trágicamente dos años después que su padre), luego tras la misa en su honor nos dirigiremos con mis hijos al cementerio El Ángel. Estaremos hasta las 4 de la tarde”, nos dice.



Una dura infancia


Sus conocedores afirman que su padre biológico Lorenzo Palacios Huaypacusi, (campeón de huaylash) lo abandonó a los ocho meses de nacido. Tuvo una infancia muy dura, vivió en un callejón de un solo caño del Pasaje Bondi 2174 int 47 al pie del cerro San Cosme, en La Victoria.

Dormía apiñado junto al resto de sus 15 hermanos.

Fue criado por su padrastro, Silverio Escalante. Su madre, Olimpia Quispe, era una cantante ayacuchana que toma el nombre de “Huaytita”. Los jueves, se convertía en catchascanista en el desaparecido Coliseo Nacional, de La Victoria. Los domingos cantaba allí mismo y, a la par vendía sus anticuchos, al ingreso del local.

Fue costurero y cosmetólogo. Igualmente se “recurseaba” vendiendo limones, lustrando zapatos y vendiendo golosinas. De allí es que cuando canta el tema que lo encumbró “Soy provinciano…me levanto muy temprano”, lo hacía con profundo sentimiento.

Jamás pudo tener una pelota, su padrastro le hizo una a mano a base de medias de mujer. “Fue uno de los recuerdos más bonitos, que guardó de él”, dijo en algún momento.


Camino al éxito


Un día, su hermano Alfonso, que era integrante del Grupo Celeste, tuvo desacuerdos con el productor y, se alejó, era 1978. En su reemplazo recomienda a Lorenzo.

Más adelante, estando ya en La nueva Crema, junto a José Luis Carvallo, se convirtió en líder del grupo donde interpreta su mayor éxito: “Soy Provinciano”, himno de los provincianos.

Su voz impregnada de sentimientos, arropaba a sus miles de seguidores que bajaban de los circundantes cerros limeños.

Él era la figura estelar, lo recibían de pie para escucharlo cantar sus temas favoritos que evocaban el alejamiento de sus lugares de origen, de sus amoríos no correspondidos, etc.

Sus presentaciones abarrotaban la espaciosa carpa Grau. Ciertamente, la gente bajaba con sus mejores ropas domingueras del Cerro 10 de octubre, Camote, Las Delicias, San Pedro, San Cosme. 
                       
Con los temas “Soy solterito”, “Que dolor”, su popularidad sube como la espuma.

Llamado también el Angel del pueblo, porque era muy caritativo con su gente, más aún con los que vivían alrededor de su casa en Santo Cristo. “Chacalón” grabó numerosos 45 r.p.m y, 6 long plays, entre los que figuran temas como: “Soy Provinciano”, “El soberano de la cumbia”, “Los admirados de La Nueva Crema”, “Soy Feliz”, “La voz del pueblo”.

También “Loco amor”, “La otra”, “No es fácil perdonar”, “Niños pobres del mundo”, este último tema, le valió un reconocimiento de la Unesco.

Entierro multitudinario. 


El pueblo lloró su partida. Miles concurrieron a su cortejo fúnebre a despedirlo. Refieren que su tumba es una de las más visitadas y nunca le falta una flor, a diferencia de otros famosos, que también están en el cementerio El Ángel. 

Flores y globos, le dejan sus fervientes admiradores. "Chacalón" siempre vivirá en el corazón de su pueblo.

Lorenzo Palacios toda su vida proclamó ser hincha acérrimo del club Alianza Lima, de allí que en su tumba no faltan sendos globos con los colores del club de sus amores

“Nunca lo vi faltar a los partidos en el estadio de Matute, se le veía una persona tranquila”, lo recuerda así William Mamani, un hincha blanquiazul.

Chacalón, que ya gozaba plenamente de la popularidad, después de varios años de convivencia contrajo matrimonio con Dora Puente, ya tenían siete hijos. Fue padre a los 18 años, La boda fue ante el altar de la iglesia La Merced, siendo dos de sus hijos los padrinos.

Anibal Alanya trabajaba en radio Inca, cuando le llegó la inesperada noticia del fallecimiento del gran ídolo popular. Y, a él le encargaron dar a conocer el infausto informe a la masiva audiencia, en calidad de primicia.

“Chacalón ha muerto…”. Los micrófonos enmudecieron. Todo se convirtió en llanto y dolor. La noticia corrió como reguero de pólvora.

La gente chacalonera, como se hacen llamar, jamás olvida esta fatídica fecha, cuando un 24 de junio, la muerte les arrebató a su más grande ídolo de la música tropical. El 24 le dirán “Acá estamos, no te hemos olvidado”.

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(FIN)  LBM/RES

Publicado: 24/6/2024