En el centro espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, al norte de Sudamérica, todo está listo para el lanzamiento del cohete Vega, el cual pondrá en órbita al primer satélite submétrico peruano, el PerúSAT-1. Se tiene previsto que esto suceda hoy, a las 20:43 hora local.
El equipo peruano que se encuentra allá ha informado que se superaron las pruebas de protocolos y los procedimientos a seguir en cada fase del lanzamiento.
Pucusana satelital
El despegue se seguirá también desde Punta Lobos, Pucusana, al sur de Lima, donde se ubica el moderno Centro Nacional de Operaciones de Imágenes Satelitales (CNOIS), adscrito al Ministerio de Defensa.
Un modelo a tamaño real del PerúSAT-1 da la bienvenida al visitante, tras pasar los rigurosos controles del CNOIS.
En el módulo de Control del Satélite, el principal del edificio, trabaja un equipo de ingenieros peruanos y franceses, que seguirán paso a paso lo que ocurre con el PerúSAT-1, construido por la compañía francesa Airbus Defence and Space y la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (Conida), la Agencia Espacial del Perú.
Hay un total de 27 especialistas peruanos –capacitados en el país europeo– que se encargarán de medir áreas puntuales del PerúSAT-1: energía eléctrica, órbitas, paneles, distribución, cada vez que el satélite orbite sobre el país.
Ellos trabajan de la mano con un equipo de ingenieros franceses que realiza la transferencia tecnológica: tras el lanzamiento del satélite, y una primera semana muy intensa donde se verá la respuesta de los equipos, dejará la posta a los ingenieros nacionales.
Condicionamiento en órbita
“Cuando un satélite va al espacio tiene un proceso muy largo. Pasa del modo de supervivencia a los modos preoperacional y operacional hasta llegar, finalmente, a su condición de uso. Es gradual. Se enciende un conjunto de elementos mecánicos, eléctricos y electrónicos, y se van probando hasta lograr la completa estabilización, más o menos en cinco días”, explica el coronel FAP Edgar Guevara Contreras, jefe de operaciones del CNOIS.
Entonces será el momento de iniciar el condicionamiento en órbita. Se empezará con la comunicación operacional y las primeras tomas del satélite. Pero este proceso, recuerda Guevara, puede tomar de 30 a 45 días. Por ello, se calcula que para la quincena de noviembre el satélite debe estar 100% operativo.
La antena, un corazón
Metros más allá se ubica un domo que parece una gigantesca pelota de fútbol que mira al infinito. El domo da protección a la antena –que a su vez tiene un plato de 5.5 metros de diámetro– frente a las condiciones adversas de vientos, polución, humedad, que la pueden afectar.
La antena tiene seis brazos mecánicos que le permiten girar 360 grados, según las necesidades de telemetría que se requieran para captar las imágenes que el satélite deberá enviar a la Tierra, de acuerdo con los requerimientos de imagen que hagan al CNOIS las entidades que se hayan empadronado en el Conida.
Estas instituciones contarán cada una con un pin y clave para una aplicación web, desde donde accederá a un catálogo de imágenes georreferenciadas. De no encontrar lo que buscan, solicitarán una nueva al CNOIS.
En la actualidad, y gracias al convenio firmado entre el Perú y Francia, el módulo de Procesamiento de Imágenes Satelitales recibe aquí imágenes de los seis satélites de Airbus Space (Pléiades 1A y 1B, Spot 6 y 7, Terrasar-X y Tandem-X, cada par satélites ópticos submétricos, métricos y radares, respectivamente), cuyas imágenes de alta definición se facilitan a las entidades estatales inscritas.
Esto ha permitido, por ejemplo, capturar imágenes al detalle sobre el terremoto de Arequipa de agosto último o el incendio forestal en Puno. Nuestra carrera espacial ha empezado.